Edgar Avila Echazú
Diplodoccus Provincial
Me miro a través de los demás
y a través de mí mismo sin sorpresa
y no cabe ya duda alguna:
soy como un aventurado diplodoccus
en esta era de ciencia ficción
y radioactividad, misiles, fisiones, over-kill
retaliación masiva
Máquinas I.B.M.
cinemascope y minifaldas
--ignorante
hasta la pared del frente
de todo aquello
camino ciego y sordo
ante los números
y las obsoletas creaciones
geométricas…
Vilma Tapia Anaya
Luciérnaga I
Como en los árboles
lo que no tiene nombre
es posible.
Luciérnaga II
Pósate en mi mano
gorrión
hazme mansa.
Luciérnaga III
A este sediento andar
le llueve
la sangre de mi niñez.
Luciérnaga IV
Los cantos de las vaqueras
los surcos del amanecer
humus de mi memoria.
Amilkar Jaldin Rojas
Do
Las aves buscan
pentagramas de cables:
escriben música.
Emerge el agua.
Un concierto de trinos
despierta lluvias.
El pasto crece
verdea entre adoquines.
La calle vive.
Sobre las nubes
ríe, guiña el buen Dios:
El sol se oculta.
Brillan tus ojos
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orientando a los barcos.
Naufraga mi alma.
Gonzalo Vásquez Méndez
Ángel de silencio
Adherida a mi vida
como musgo en las rocas,
te has quedado dormida entre mis brazos.
Agua que corres a través del tiempo,
ángel de mi silencio,
desde dónde me nombras en tu pecho?
Desde qué ritmo fragmentado
en pensativa voz y madreselva?
desde qué mar, desde qué sueño,
desde dónde? . . .
Pregunto ante la noche,
a las piedras de todos los caminos,
por tu huella de luz,
por tu esencia de amor tan presentida!
Es toda mi nostalgia
un retornar a los instantes
transcurridos en labios y en deseos . . .
Tus manos y tus ojos no contestan
al implorante ruego
que salta de mis miembros,
y rueda en las acequias y en los montes.
Estoy pleno de ti,
hablándote con pena y con lamento,
diciéndote las cosas
que el corazón mantiene siempre tuyas!
Jorge Zabala
Viajera
Cuando las ruedas de tu tren giren veloces
creerás que el espacio muere a cada instante
y sentirás que el tiempo simplemente pasa
y lo que ha sido parecerá no ser
e imaginarás tú allí, solvente y quieta,
en la natural inercia de tu sueño
muchas cosas nuevas
y otras no menos viejas
en tanto que yo aquí
la música de mi querer
se la entregaré al tiempo
para que él a sus instantes
los haga simplemente eternos.
Alberto Guerra Gutiérrez
Origen
Antes de venir el mundo
mi corazón ya fue latido;
quiso ser árbol, después estrella
y ascendió tanto en su afán
que llegó a ser niño.
No conocía el agua entonces
sino como rocío,
nunca vio caer la piedra
con violencia
porque la sentía llegar
rodando con los ríos;
la nieve que por blanca
se ve tan bella,
no derramó todavía
ningún invierno
sobre la tibia pulsación
de sus anhelos
y mi corazón ascendió más,
mucho más,
hasta madurar en niño
pensativo.
Roberto Echazú
Humberto Esteban 1
Con una palabra
tuya se acrecentó
el universo
crecieron las hierbas
en las márgenes
de todos los ríos
del mundo
se abolió el aprendizaje
de la escritura
en los niños
y todo fue simple
como al principio.