Calles necesitan urgente atención

Volvemos al tema de las calles de Oruro debido a que se siguen realizando trabajos de mejoramiento de aceras y calzadas en el centro de la ciudad, cuando en ciertas zonas que ya no son consideradas periféricas, las calles están aún sin asfaltar y con grandes huecos, de forma que parece que hubieran excavado para hallar un tesoro.

Es cierto que el contacto con la tierra y la naturaleza tiene su valor, pues nos desestresa y nos ayuda a mejorar la salud emocional, sin embargo, cuando se trata de calles en mal estado, además polvorientas y sin vegetación, lo conveniente es que se asfalte o mejor aún se pavimente esas arterias, para evitar que la gente además de smog se contamine con el polvillo que se desprende al paso de los autos.

Otro tanto ocurre también en las áreas periféricas, donde existen calles mayormente adoquinadas, donde ya existe un notable deterioro, pues las vías parecen pistas de rally por lo irregulares que se ven.

Y hablando de aceras, en algunas calles céntricas, sin ningún motivo se están renovando, cuando eso se hizo precisamente en el gobierno de Rocío Pimentel que fue anterior al del actual burgomaestre, que subió al cargo en reemplazo del electo Bazán, quien apenas estuvo poco tiempo en el puesto, y de su sustituta Hilaria Sejas, quien también ocupó la silla edil durante pocos meses.

No obstante, existen casos en que o presentan deterioro o no fueron construidas en barrios alejados del centro histórico, que necesitan realmente una reconstrucción o directamente que se construya unas nuevas.

En este aspecto también se hizo una observación a través de esta misma columna, y es que, si se va a renovar aceras en el casco viejo de la ciudad, se debería tomar en cuenta el cableado subterráneo de telefonía fija y móvil, televisión por cable o internet por fibra óptica, ya que los cables por vía aérea generan contaminación visual y afean el panorama de la urbe.

Otra obra inconclusa que causa malestar es el embovedado del canal Tagarete, por el mal olor que generan sus contaminadas aguas, y la construcción no se termina de hacer hasta la fecha.

Todas esas obras mejorarían la calidad de vida de los orureños, pero las autoridades se centran sólo en poner parches a todo y no resuelven de raíz los problemas que se presentan en la ciudad.

Sin embargo, no todo es malo, es digno del aplauso el trabajo que se hizo en la plaza principal de la urbanización La Aurora y la revitalización de su parque infantil y su canchita de fútsal, pues quedaron tan bien hechas que los vecinos visitan esos lugares con mayor frecuencia y lo hacen inclusive por las noches, cuando antes eran lugares semi desiertos, en especial en el horario nocturno.