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Domingo 22 de noviembre de 2020

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Revista Dominical

¿Por qué leer literatura? ¿Para qué sirve?

22 nov 2020

Por: Práxides Hidalgo Martínez

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Cuando hacemos referencia a la lectura siempre asociamos con la simple decodificación, pues pensamos que es un simpe recorrido visual por las letras, palabras y frases, empero no es así puesto que es un proceso cognitivo superior, ya que al recorrer visualmente esas letras, palabras y frases vamos descubriendo imágenes, conceptos, representaciones, tomamos conciencia del carácter simbólico del lenguaje, ya que a través del medio escrito, como lo afirmó un estudioso español, estamos “transcribiendo nuestro pensamiento”.

Tal vez por esta creencia de que la lectura se reduce al reconocimiento nada más visual, no tenemos el hábito lector, o simplemente realizamos una lectura “obligatoria”, utilitaria, como señalan los entendidos, por razones de trabajo o de estudio, pero la lectura dulce no la practicamos, aquella que provoca placer, está ausente de nuestras prácticas. Sin embargo, parece que ya ni la utilitaria realizamos, puesto que es frecuente leer en nuestra ciudad avisos como estos: “Se realizan trabajos de investigación por internet”, “Se realizan tesis”.

Existen muchas razones, pero las principales vertientes son la familia, la escuela, debido a que estas instituciones no promueven la buena lectura, aquella que no sólo nos brindará información, sino una visión del mundo, de la vida y del ser humano: LITERATURA.

Pensamos que también uno de los errores ha sido concebir la literatura sólo como medio de canalizar la ficción, creencia que nos ha llevado a crear mitos sobre ella, ya que es considerada como lectura de escape de la realidad, pues es sólo imaginación y fantasía, desconociendo que estos ingredientes son tan determinantes para nuestro vivir y para la comprensión del mundo, de la humanidad y de cada uno de nosotros. “La ficción es siempre una expedición a la verdad” señala, Franz Kafka. O el otro extremo, concebirla como fiel reproducción de la realidad, como espejo, al respecto recordamos la frase de Mc Luhan: “para qué tomar el papel y el lápiz si la realidad está frente a nosotros”.

Nuestro desconocimiento sobre los tipos de texto que circundan en la sociedad, ha logrado establecer una barrera entre lo que creemos que es la verdad absoluta, los textos referidos a las ramas del saber, los textos de estudio que han invadido las aulas, pero siempre apegados a lo utilitario, debido a que vemos en ellos una inversión tangible, pero ignoramos que incluso estos tipos de textos son variados debido a que cada cual cumple una intención comunicativa, ejemplo, cuando recurridos a una receta, esta nos instruye qué debemos hacer en cuando a los ingredientes, pero también sobre la forma de elaboración de la misma, muy diferente a un texto argumentativo, por ejemplo un artículo de comentario que trata de convencernos sobre algo o sobre alguien.

Esta preocupación ya era latente en 1960, cuando Ellen Key, educadora sueca, exclamó angustiada, ante el pueril comercialismo que ha invadido las editoriales; “Abrid, a la infancia las puertas de las más selectas literaturas” ¿qué diría hoy en este siglo XXI?

La tipología del texto toma en cuenta las intenciones comunicativas que plasmamos los hablantes de una lengua en esta variedad de textos, que cumple una función social, siendo los más conocidos los argumentativos, los persuasivos, instructivos, informativos, narrativos, sumando a ellos los que buscan provocar en el lector el placer y el deguste por medio de la palabra: los textos literarios que pueden ser narrativos o poéticos.

Para mejor comprensión agrupamos en:

Si nos fijamos, los libros de autoayuda, confundidos como literatura en nuestro medio, no son tal, puesto que la esencia de la literatura es ser arte por medio de la belleza de la palabra, así también la define la O70. Es en la literatura donde la palabra explora y explota su verdadero sentido pues ella es capaz de recrear y re-crear la realidad, pero en forma estética, por lo tanto, también estamos equivocados cuando creemos que ella es sólo fantasía, ficción.

Por este desconocimiento de la obra literaria es que: “el lenguaje de lo común y cotidiano, el que sólo nos sirve para ponernos de acuerdo unos a otros, el lenguaje de la finalidad y utilidad, tiende a extirpar o a esquematizar cada vez más lo que hay de imagen en las representaciones significativas que el lenguaje transmite. En el cumplimiento de las faenas indispensables para la vida y en el trato diario, lo que importa es un núcleo conceptual fijo, que proporcione una comprensión rápida y segura; las palabras se convierten en monedas”, afirma.

JOHANNES PFEIFFER

¿Sirve para algo la literatura? La interrogante queriendo darle un valor material, si van por ese ángulo, dirán que no, pero la literatura es fundamental en la vida de los seres humanos, ya que ella lanza riesgos, desafíos a los lectores, así como cuestionamientos. Llena espacios, puebla silencios, evita soledades, transforma vidas, actúa simbólicamente sobre la conciencia de los seres humanos, es ventana abierta al mundo.

Recurso valioso para el desarrollo de la personalidad, la creatividad y el juicio crítico. Desarrolla y alimenta la imaginación, fantasía, la creación, la metáfora.

Nos ayuda a comprender la vida, pero también de los demás y de uno mismo, desarrolla la empatía. Los cuentos presentan instrucciones que contribuyen a guiarnos para superar la complejidad de la vida. Superar miedos, momentos de crisis.

La lengua y la literatura constituyen uno de los pilares para la expresión, la comunicación y la construcción del pensamiento, pero también ayuda a educar y controlar las emociones.

¿Qué hacer?

•Recuperar el espacio de la literatura, defender el espacio poético, la frontera indómita, en aseveraciones de Graciela Montes.

•Concienciación de los valores formativos de la lectura de textos literarios.

•Más necesaria hoy para contrarrestar los efectos negativos de los modernos medios de comunicación.

•Recuperar la capacidad de asombro.

•Aceptar las interpretaciones personales de cada lector.

•El carácter simbólico del lenguaje.

•Permite formarnos en el pensamiento divergente porque comprendemos mejor las situaciones que vivimos y viven los otros, pues nuestra visión es más amplia.

El lenguaje desarrolla a través, de la lectura y la escritura, procesos cognitivos superiores como la analogía, la comparación, el análisis, la síntesis, etc., que también deriva en la capacidad de inferir, es decir desarrolla el pensamiento. Pero, nuestro lenguaje cotidiano, académico, político, etc., está huérfano de recursos y giros lingüísticos. ¿Cuál será la razón?

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