Aprender a cuidarse

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La familia es la parte más importante para el desarrollo y el crecimiento físico, psicológico y social de la persona, el afecto y una buena comunicación, y cuando se inculca valores positivos los cimientos son la unidad de los padres que les dan un buen ejemplo, la relación es un buen comienzo para el adolescente.

Hay influencias externas que cambian los comportamientos y actitudes en los adolescentes, porque para ellos es conocer nuevos conceptos y comportamientos diferentes a los del hogar.

Se hace énfasis en el hogar por constituirse en el eje central de la toma de actitudes y comportamientos de los adolescentes, por ellos, con frecuencia, cuando no hay esa comunicación, se exponen a situaciones de riesgo y tienen que tomar sus propias decisiones, peor aun cuando nunca han tenido apoyo familiar o de otra índole, así enfrentan circunstancias difíciles, lo que impide que personalmente hagan un análisis y aprendan a decir no.

La visión en el adolescente es que puede hacerlo todo sin medir consecuencias en el caso de ser riesgosas y en otra por la manipulación de sus pares.

Cuando uno se involucra con amigos o desconocidos, será mejor pensarlo previamente, es necesario identificar la relación y ver si les conviene o no, para que uno mismo vea que son situaciones de riesgo y rechazar diciendo “no”.

La comunicación con la familia es importante para evitar temores, la confianza que tengan será de beneficio para ellos, porque llegan a tener seguridad, protección y un buen proyecto de vida.

Fuente: Por: Soledad Antezana – Exclusivo para Tu espacio Licenciada en Enfermería – Salud del Adolescente