Martes 17 de noviembre de 2020

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El próximo año tendremos una nueva prueba de fuego para saber elegir a los componentes de la Asamblea Departamental y del Gobierno Municipal lo cual tiene enorme importancia para realizar un trabajo acorde con la realidad y condiciones específicas de la jurisdicción donde uno vive.
En lo referente a Oruro propiamente dicho, es de esperar que los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y fracciones de alianzas cívicas conformen sus listas de candidatos con personas de profundo intelecto, conocedores de las necesidades de la ciudad como de las áreas provinciales.
No será bueno que haya improvisaciones en la relación de los nombres lo que causaría desánimo en los votantes al ver que subsisten posiciones retrógradas que dañan el espíritu de hacer algo grande por el departamento.
Conforme pasa el tiempo, los orureños no necesitamos autoridades que se aprovechen de la investidura para presumir su veleidad inconstante y mudable de sus actos, queriendo con ello hacer creer que trabajan por el pueblo, cuando en el fondo, eso no es otra cosa que promover su exagerada estima de sí mismo a la que se le debe rendir diaria pleitesía.
Fuente: Por: Guillermo Moscoso Bermúdez