Jueves 05 de noviembre de 2020

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Hay cambios en las sociedades que marcan nuevas oportunidades y, a la vez, pueden crear renovados desafíos, mientras otros sólo se orientan a repetir injusticias. Esto se repite constantemente en un corsi e ricorsi continuo. ¿Será que la historia se repite? Hay muchos que así lo creen, y exhiben pruebas de ello, aunque es natural que sólo sea en lo esencial, pues los tiempos y circunstancias cambian inexorablemente.
A propósito, la filósofa argentina Delia Steinberg Guzmán, aborda el tema: “¿La historia se repite? Sí, aunque no nos demos cuenta de ello, y, si no lo advertimos, se evitarían dolores inútiles, y habremos avanzado una vuelta más en la espiral del destino sin tanta brutalidad, sin tanta oscuridad, sin tantos sacrificios estériles, sin saber quiénes somos, de dónde venimos ni hacia dónde vamos”. Esto mismo ha sido abordado por muchos historiadores y politólogos, con diverso enfoque, pero lo innegable es que hay ese vaivén, que puede ser benéfico o, en ciertos casos, catastrófico.
En Bolivia, el Movimiento al Socialismo que gobernó durante casi catorce años, nuevamente se apresta a asumir el gobierno, pese a serias acusaciones en su contra por fraude en las elecciones del 18 de octubre. Son otros los propuestos por el MAS, apegados a lo que se hizo –o no se hizo– anteriormente. Esto lleva a preguntar –no hay respuestas– si se repetirán los casi 14 años de abuso o, por el contrario, habrá cambios. Ciertamente el presidente electo, Luis Arce Catacora, no tiene, ni el estilo, ni el dominio sobre su partido que tuvo Evo Morales y que, aparentemente, conserva.
Fuente: Por: Marcelo Ostria Trigo