Miercoles 04 de noviembre de 2020
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En cumplimiento de preceptos constitucionales se ha honrado una vez más al sistema democrático al asumir la Presidencia de la República un nuevo Mandatario que, conjuntamente todo el pueblo, tiene por delante cumplir desafíos de siempre como son la crisis económica, la pobreza, el subdesarrollo y el atraso; debe enmendar viejos yerros cometidos en muchas décadas y, además, enfrentar con mucha persistencia y disciplina el gran desafío que puso en vilo a todo el mundo desde hace más de un año: el mal, hecho pandemia, del coronavirus que ha causado muchas muertes y deja, en el día a día, nuevos casos.
El Presidente Arce deberá revestirse de coraje y paciencia para enfrentar los graves problemas derivados de la pandemia y la pobreza y deberá hacerlo imbuido de la seguridad de no estar solo, de que el pueblo está con él y, sobre todo, de una realidad: las experiencias pasadas determinan que buena parte de la población está convencida de que la unidad y la armonía de la población deben ser instrumentos para encarar la grave enfermedad y para trabajar, con decisión y coraje, contra la pobreza y la dependencia. El, dadas sus propias experiencias, debe tener fe en el pueblo y con voluntad y espíritu conciliador, sostener diálogos permanentes con quienes estén en posición contraria al gobierno, una oposición que es de esperar sea consciente y responsable, que trabaje conjuntamente el gobierno y el pueblo en contra de la pandemia y de cualquier desafío que surja.
Fuente: Por: Armando Mariaca V.
