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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La Historia de la Nacionalización de las Minas - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
El 31 de octubre se conmemoró el LXVIII aniversario de la nacionalización de las minas fecha memorable que marca dentro la historia de Bolivia, de 1952 durante el gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro se firmó el D.S. No. 3223, históricamente en el campo (pampas) llamado María Barzola donde ocurrió la masacre en Catavi en 1942, en el que fue uno de los postulados de la revolución que tuvo el objetivo la eliminación de la rosca minera feudal, revertía al Estado todos los bienes de los llamados Barones del Estaño como fueron Patiño, Hochschild y Aramayo; esta nacionalización de las minas fue a cambio de una millonaria indemnización.
Producto de este hecho se creó la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), que comenzó una gestión con graves desventajas, escaso capital de operación, maquinaria en obsoleta y muchas vetas en franco descenso de producción ya agotadas.
Como consecuencia del cambio de razón social, COMIBOL tuvo que asumir la continuidad de la relación laboral mediante la cual se obligó el pago de beneficios sociales a todos los trabajadores y simultáneamente la contratación de los mismos sin perder la antigüedad que sin duda la erogación de gastos de en este rubro provocó una desestabilización monetaria y Comibol se descapitalizó por un monto aproximado de 110 millones de dólares, incluido la indemnización a los barones del estaño.
La nacionalización de las minas a pesar de sus desventajas, fue un imperativo de la revolución nacional de trascendencia vital para Bolivia y su realización también fue un deber ineludible del pueblo boliviano, sobre todo la perseverancia de los trabajadores mineros en la lucha contra la oligarquía y el capitalismo.
Una vez consumada la nacionalización, la Corporación Minera de Bolivia a través de sus unidades matrices se creó las empresas mineras como fueron en el contexto general: Catavi, Huanuni, Colquiri, Unificada, Caracoles, Viloco, Corocoro, Santa Fe, Quechisla, Colquechaca, San José, Bolívar, Bolsa Negra, Kami, Planta Industrial Pulacayo, Planta Hidroeléctrica Rio Yura, Empresa Metalúrgica Oruro, Ferrocarril Machacamarca a Uncía, Gerencia Central La Paz, Agencia Comibol Oruro, Sucre y Cochabamba, hoy muchas de estas empresas quedaron en el olvido.
Es importante señalar las deficiencias en la distribución de la fuerza de trabajo, fue en el periodo 1956-1964 fue un absurdo técnico-administrativo fue el disponer en trabajos de superficie cantidad de personal innecesario y muy superior al de interior mina, eso se demuestra distribución irracional de la fuerza laboral por ejemplo un promedio 13.433 obreros interior mina, es decir 41.42%; contra 18.996 trabajadores, de exterior vale decir el 58.58% y en el transcurrir de los años fue mucho peor, y con la burocracia de técnicos e ingenieros la decadencia se profundizó.
Otra de las causas de declive se generó a partir de los años sesenta los diferentes gobiernos militares, la Comibol sufrió la declinación del contenido del mineral, la falta de reservas, la ausencia de capacidad administrativa y el exceso de contratación de trabajadores en la minería nacionalizada, lo más deprimente, los gobiernos de turno utilizaron a Comibol “como la gallina de Huevos de oro” es mas en los años 1960 -1968 Comibol contribuyó con más de 30 millones de dólares a la Corporación Boliviana de Fomento, 10 millones de dólares a Y.P. F. B., por estas debilidades en el contexto general, esta empresa estatal, tuvo permanente descenso en sus exportaciones, y la crisis se generó con más fuerza, a partir de 1985, luego de la caída de los minerales, las empresas privadas y cooperativistas se adueñaron de las maquinarias y repuestos de mucho valor so pretexto de préstamos que jamás devolvieron hasta estos años.
Después del D.S. 21060 el gobierno empleo la nueva política económica que se implementó hasta estos días, que paradoja del destino el Dr. Víctor Paz Estenssoro fue en su gobierno que nacionalizó y el mismo sepultó a la Corporación Minera de Bolivia en 1985 con el pretexto de “que Bolivia se nos muere”, por eso constituyó la mal llamada relocalización que tuvo efecto negativo para los trabajadores, motivo por el cual más de 25 mil trabajadores mineros quedaron en las calles sin fuentes de trabajo.
Es indudable que el D.S. 21060 expresaba algo más que un instrumento económico, en realidad se trataba de un reordenamiento de la economía que tuvo básicamente dos mecanismos, estabilización y liberalización de los mercados internos y externos, a la vez consistía que la economía de libre mercado, finalmente la Comibol terminó con la descentralización de sus empresas que no tuvo efecto de relevancia.
A partir del 2006 por el alto precio del estaño se incrementó el interés por explotación al interior de las minas particularmente en Huanuni, de 3.500 trabajadores, las competencias por trabajar las vetas más ricas casi desembocan una batalla entre los mineros asalariados y cooperativistas, al final el gobierno del señor Evo Morales prefirió contratar a los cooperativistas como trabajadores regulares por quedar bien pero, sin darse cuenta que se hizo daño incrementando la planilla de sueldos y salarios, en resumen, antes y después de la contratación de cooperativistas por presión o imposición, la producción es la misma.
Que este nuevo aniversario de la nacionalización de las minas, auténticamente reconocida mundialmente, los actuales trabajadores deben comprometerse a trabajar en beneficio del país, y a los actuales dirigentes de la FSTMB Y COB, deben continuar con la dirección que dejaron los dirigentes esclarecidos del pasado, y dedicarse a defender a los trabajadores y buscar mecanismos de producción sobre todo la industrialización irreversible de nuestra querida Corporación Minera de Bolivia y dejen a un lado la intromisión política partidaria y respeten los estatutos, (la independencia sindical) sólo así pasarán a la historia del movimiento obrero, no olviden jamás: “los dirigentes pasan, las instituciones quedan, pero el trabajo honesto de un dirigente revolucionario es para siempre”.
(*) Es Licenciado en Administración de Empresas y exdirigente del Sindicato Comibol Oruro
Fuente: Por: Emilio Ferrufino Gonzáles (*)
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