De odios y otros extremos

Mediante las redes sociales se filtraron dos listas “del odio”, que supuestamente tienen militantes del Movimiento Al Socialismo, MAS, para vengarse de opositores al régimen, que criticaron la gestión de dicho partido y otras acciones, mientras estuvieron fuera del Gobierno, durante los 11 meses que duró la transición después de las fallidas elecciones de 2019.

El Presidente electo, Luis Arce Catacora, el día de las elecciones, cuando los datos de boca de urna lo consideraron ganador, aseguró que gobernará sin odio, sin revanchismo y no perseguirían a nadie, sin embargo, apenas se oficializó su triunfo comenzaron los procesos contra la Presidente en ejercicio, Jeanine Áñez y sus ministros.

Arce aseguró que su partido no tuvo nada que ver con esos procesos judiciales, que eran iniciativas de la justicia por los presuntos delitos cometidos por las autoridades salientes.

Por otra parte, en Santa Cruz, un grupo de unas 700 personas denunciaron un supuesto fraude electoral, en los más recientes comicios, y organizaron una vigilia en puertas de la Octava División de Ejército, pidiendo que se forme una Junta Militar y Policial para que gobierne al país, como forma de proteger la democracia.

No obstante, ese pedido fue calificado como acto de sedición, porque se está pidiendo prácticamente se instaure una dictadura militar en el país, situación, que según el pasado histórico mostró ser la peor forma de gobierno, pues se torturó y mató a muchos inocentes, por pensar diferente y mostrar tendencias ideológicas diferentes a la de los gobernantes.

Ningún extremo es bueno, mientras exista odio, rencor, sed de venganza, las relaciones sociales no pueden estar bien y las cosas no pueden salir bien, pues esas emociones de baja vibración sólo atraen más de lo mismo y ganan fuerza, al punto de tener un poder destructor de sociedades.

Lo más inteligente es buscar situaciones que atraigan la paz, la unidad y la armonía, para que los ciudadanos podamos construir nuestro país en democracia y rumbo al progreso y la prosperidad, por el bien de todos, no se pueden fomentar acciones que lleven al enfrentamiento entre hermanos.

Solamente en el camino se podrá ver las verdaderas intenciones de los actuales gobernantes, si su mandato será para beneficio de todos y cada uno de los ciudadanos o nuevamente habrá ciudadanos de primera y de segunda, como en el pasado, además se verá si se cumple la promesa de gobernar sin odio, sin rencor y sin persecuciones políticas, pues la actual Asamblea ya hizo uso de su rodillo para cambiar las reglas del juego y modificaron la ley para que el futuro Parlamento pueda aprobar las leyes y normas sin necesidad de consultar a los opositores, es decir, por simple mayoría y ya no con dos tercios, como se hacía cuando el MAS tenía mayoría en esa instancia.

Siendo así, el Parlamento estaría demás, debería cerrarse y el Presidente gobernar por decreto, pero ese ya es tema para otra columna.