Acusaciones van y vienen

Autoridades del actual Gobierno y las que forman el partido ganador de las elecciones del reciente 18 de octubre, se lanzan acusaciones mutuamente, unos iniciaron juicios contra los otros y viceversa. Mientras el presidente electo, Luis Arce Catacora, señaló que no habrá revanchismo en su gestión, y que los que tienen juicios iniciados en su contra deberán afrontarlos.

Los representantes de ambos gobiernos cometieron sus errores y ahora se deben enmendar, porque Bolivia merece un mejor destino, y al parecer ambos bandos sólo piensan en sí mismos y no les importa en realidad lo que ocurra con la ciudadanía.

Arce aseguró que si el expresidente Evo Morales decide volver al país está en todo su derecho, porque es boliviano y como tal no se le puede negar ese derecho. Asimismo, Arce dijo que él debe enfrentar los procesos que se le iniciaron y defenderse, sea desde Argentina o en el país.

Sin embargo, aún existen sectores que, pese a que Arce aseguró que gobernará sin odio ni rencor, siguen buscando la confrontación y amenazan no sólo a los opositores que están cumpliendo funciones como autoridades, sino a la población en general, pero debemos desechar la idea de que existen dos bolivias, pues en el afán de dejar atrás un pasado de discriminación y racismo se creó la Ley 045, Contra Toda Forma de Discriminación y Racismo, pero se siguió fomentando la división entre bolivianos.

Es momento de dejar atrás odios y rencores, porque no traen nada bueno. Cuando a Jesús le preguntó Pedro, “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Él contestó, “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”. Y Nelson Mandela, encarcelado 23 años de manera injusta, cuando salió de prisión dijo, “al salir por la puerta hacia mi libertad supe que si no dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento, seguiría siendo un prisionero.

La falta de perdón esclaviza a quien no puede o no sabe perdonar, y eso no permite avanzar en la vida, mucho menos prosperar, por lo que las palabras de Arce son sabias y dan una esperanza de reconciliación a la ciudadanía. Pero falta que esa palabra se cumpla, pues lo mismo dijo Morales al asumir la Presidencia de Bolivia hace 14 años, pero al poco tiempo olvidó sus promesas y decidió romperlas, en esos años de su gobierno creció la división entre bolivianos, se enseñó a muchas personas que unos odian a los otros y viceversa, y el pueblo en su inocencia creyó eso posible y se acrecentó el divisionismo.

Acusaciones van y vienen, pero lo importante es asumir la defensa ante la justicia, y demostrar quién tiene la razón, para dejar de pelear entre bolivianos, pues los enemigos, cuando ven el menor indicio de disputa se aprovechan de la situación para sacar algún beneficio propio, por lo que fomentan más división.