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Viernes 23 de octubre de 2020

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Editorial y opiniones

Gobernabilidad, austeridad y transparencia

23 oct 2020

Fuente: Ramiro Siles Velasco

Los resultados de la actividad eleccionaria realizada el pasado domingo 18 originaron ganadores y perdedores, los primeros serán los que en un futuro inmediato administrarán el Estado como un derecho y ejercicio democrático establecido en la normativa legal.

La democracia -valor preciado que tienen los países con alto grado de estabilidad social política y administrativa-, es un modelo político administrativo basado en valores culturales, políticos y morales, los cuales actúan conforme a principios de ética pública con miras a la configuración del buen gobierno, que tiene mucho que ver con la gobernabilidad, sustentada en la capacidad de dirigir al soberano, y administrar correctamente la economía y los bienes del Estado. Es la calidad del desempeño gubernamental a través del tiempo, considerando principalmente las dimensiones de “oportunidad”, “efectividad”, “aceptación social”, “eficiencia y coherencia en la toma de decisiones”. Es la cualidad propia de una comunidad política mediante la cual las instituciones del gobierno actúan eficazmente dentro de su espacio, de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo, mediante la obediencia y respeto al pueblo.

En este tiempo de profunda crisis financiera a causa de la propagación del Covid-19, será dificultoso alcanzar los objetivos de un desarrollo económico como consecuencia del crecimiento desmedido del desempleo, producto del cierre de numerosas empresas, disminución alarmante del PIB (Producto Interno Bruto) que permite vislumbrar un obscuro y tormentoso futuro inmediato que se podrá superar con una administración efectiva, actuando con bastante austeridad en el gasto público y el producto del ahorro, distribuir adecuadamente en las empresas estatales con riesgo de quiebra.

El nuevo gobierno debe cumplir el plan de trabajo presentado en la temporada electoral priorizando las áreas de: a) económica, con la inserción de capitales financieros a las empresas públicas y privadas disminución de impuestos y control estricto del contrabando como una manera de fortificar la industria nacional y generar nuevas fuentes de empleo a la que se debe ingresar con un perfil profesional adecuado y procesos de selección apropiados b) Educación, sector muy golpeado y disminuido en su labor de formación de estudiantes en sus tres niveles inicial, primaria y secundara este último con altos índices de deterioro en la formación estudiantil. En el nivel superior es necesario efectuar un análisis y estudio del mercado profesional para la formación de nuevos profesionales de acuerdo al requerimiento de la industria y actividad económica y comercial. c) Judicial, sector más desprestigiado por la inadecuada administración de justicia, sumada a continuos actos de corrupción en procesos judiciales, autoridades con bajos porcentajes de aprobación en su elección y desaprobación del soberano con necesidad de cambio, priorizando la institucionalización en base a la meritocracia eficiencia e idoneidad. d) Corrupción, actividad normal en algunas entidades estatales que se ha convertido en una forma cotidiana de obtener ingresos económicos de individuos carentes de sentido común. f) Trasparencia, comportamiento y conducta relacionada con la ética en la función pública, actitud que debe primar para conseguir la confianza del soberano.

Lo cierto es que será difícil gobernar en un tiempo de profunda crisis económica, con un objetivo: “Conseguir la Unidad, inclusión y consenso entre ganadores y perdedores oficialistas y opositores”.

Fuente: Ramiro Siles Velasco
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