Los seres humanos por naturaleza, ansiamos conocer más de geografía, extender la mirada allá en lontananza y comparar nuestro cielo.
No todos logran plasmar esas ansias de viajar y cumplir períodos de estudio e investigación. El péndulo del tiempo va marcando los claroscuros, las líneas azules del tránsito de vida, y la velocidad de los sueños considerada frágil.
La existencia de los hijos es sello que une a la familia y en ese entorno, el señor Severo Vargas Tórrez y su esposa, señora Adela Mújica de Vargas, con mística de amor prodigaron a siete hijos, Miguel, fue el cuarto de los hermanos.
Cuando la Facultad Nacional de Ingeniería, cumplía Bodas de Oro, el año 1943, recibió en calidad de donación, diez mil dólares americanos del Ministro de Minas y Petróleo, señor Severo Vargas Tórrez, padre del Ingeniero Miguel Vargas Mújica.
Se tituló como Ingeniero de Minas de la Facultad Nacional de Ingeniería. Hizo un curso de especialización de Economía y Geo-Estadística en la Universidad de Caracas-Venezuela el año 1974, finalmente se trasladó a la Universidad Católica de Lovaina-Bélgica para formarse profesionalmente como Ingeniero Civil en Gestión Industrial, 1975-1979.
Su vida fue marcada por muchas experiencias laborales, se inició como Docente Invitado por la Facultad Nacional de Ingeniería, su permanencia fue breve 1970-1971, en la Corporación Minera de Bolivia desde 1971-1973 trabajó como Ingeniero de Operaciones, su asistencia era en diversos distritos mineros, posteriormente se presentó como Ingeniero Analista de Investigación Minero Metalúrgicas en el Instituto de Investigación Minero Metalúrgicas desde 1973 a 1975, cuando retornó del post-grado de Lovaina-Bélgica, prosiguió su trabajo como Jefe del Departamento de Planificación en el Instituto de Investigaciones Minero-Metalúrgicas Oruro.
Su vocación también era enseñar y fue catedrático en la Facultad de Ciencias Económicas, regentó las materias de Investigación Operativa y Economía Minera 1979 -1983.
A ello sumaron otras invitaciones de trabajo, fue Asistente del Banco Central de Bolivia en Preparación y Evaluación de Proyectos de Inversión, se desempeñó como Jefe del Departamento de Planificación de Investigación Científica (Depic) de la Universidad Técnica de Oruro, 1983 -1985.
En 1985 retornó como Catedrático a tiempo completo y Titular en la Facultad Nacional de Ingeniería.
El año 1987-1989 al ser elegido democráticamente como Decano de la FNI, logró que en su gestión llegara a editarse: “Monografía de la Facultad Nacional de Ingeniería 1906-1950 del autor Alberto Salamanca Trujillo y los Anexos de Marlene Durán Zuleta”, impreso en julio de 1993 en Librerías Latinas. En realidad la publicación fue inicio para que se prosiguiera investigando y recopilando sobre la historia de la FNI para el Centenario de la dicha Casa de Estudios Superiores, trabajo encomendado a Marlene Durán Zuleta.
Por su experiencia fue convocado a representar a la Corporación de Desarrollo de Oruro, como Presidente en 1987 -1989.
En el file del Ing. Miguel Vargas Mújica el perfil académico comenzaba a crecer los cimientos de la investigación, indudablemente su esfuerzo mostraba voluntad de seguir adelante.
Nombrado por las carreras de Minas, Geología y Sistemas, aceptó ser Docente en la Facultad Nacional de Ingeniería, también fue Consultor Privado en 1991-1993.
Para ser Director de la Carrera de Minas, fue invitado a postular el año 1993 por el tiempo de 2 años y triunfó en dicha contienda electoral. Otra clara decisión fue aceptar ser Director de Post-Grado de la Universidad Técnica de Oruro, de 1995 -1997.
La secuencia de su tránsito de vida, la experiencia positiva de trabajo, justificó aceptar ser Senador de la República, desde 1997 al 2002.
Todas las calificaciones de nombramientos para diferentes cargos, coincidían en prácticas cotidianas, concluyó los servicios profesionales como Catedrático titular UTO, Consultor Privado 2002-2003 y válidamente como Coordinador de Relaciones Internacionales de la Universidad Técnica de Oruro, el año 2003-2006.
Viajó por Europa, Norteamérica, Asia. Conocía Centro y Sud América. Bolivia y Oruro, como el iris de sus ojos. No se esforzó por llegar a la cúspide de los cerros para contemplar la belleza natural que poseemos, el Creador depositó en estas tierras, gigantes rocas, unas para que el hombre las explote por dentro o a cielo abierto. Otras han sido pobladas de viviendas y puede verse desde lejos construcciones a colores.
Sarcásticamente, dejó de enseñar y dejar más conocimientos, por su inimaginable y prematuro deceso.
Miguel Vargas Mújica, apasionado por la lectura comenzó a escribir artículos, trabajos de investigación de diferentes tópicos, exaltando con magníficas conferencias. Tenía una única visión Oruro, hondo y sincero era el amor que le prodigaba a la ciudad que lo vio nacer, crecer e irse por el sendero de sus seres queridos, todos esperanzados en la vida eterna.
El Matutino LA PATRIA y prensa nacional publicaron sobre el “Potencial de recursos Naturales de Oruro - Economía Dormida”. “Una Tesis Regional Existencia de Oro en el Altiplano”. “Geobol – II.MM. dos instituciones técnicas que precisan conjuncionarse”. Sobre este dato de la existencia de oro en este suelo, otro colega suyo, también confirmó que contamos con este rico metal, tan codiciado por el hombre.
Geología, Recursos Naturales y Planificación Regional, fueron temas en las Conferencias Magistrales, expuestas en el escenario de la Facultad de Economía.
Análisis de Sensibilidad Económica del Proyecto: Plantas regionales. Zona Potosí-Tupiza-Villazón. Elaboración del Proyecto: Plantas Regionales PB-Ag. Región Potosí - Tupiza - Villazón.
Escribió con todo fervor, en el Año Internacional de las Montañas el 2002, “Madre Natura y las Montañas de Oruro”. Valoró el apoyo extendido del Lic. Mariano Peró Taborga, Ing. Alejandro Ortiz C. e Ing. Pablo Zubieta Arce.
En realidad, con el tiempo comenzó a sentir cierta atracción por los cerros que circundan a Oruro, posteriormente creció su interés por otras cimas. Catalogó al imponente Sajama que luce colosal, es el más alto del conjunto de montes de Bolivia (6.542 m.s.n.m.).
Todas estas elevaciones a través de las fotografías, muestran la riqueza natural que el hombre puede disfrutar, colores ocres, matizados, blancos por la nieve. Miguel Vargas Mújica finalmente escaló, para aproximarse a estas alturas.
El Tata Sabaya muestra la cúpula de un inmenso cuerpo de roca, centro de concentración de sus seguidores que pueden ascender hasta sentir su calor interior.
La descripción de las imágenes es desde los metros más altos, hasta los menos elevados. En esta su pasión por las montañas, están el Tunupa, San Cristóbal, San Pedro, Pie de Gallo, la Tetilla y San Felipe donde cobija a las antenas repetidoras de TV.
El libro tiene una hermosa fotografía de las serranías de Oruro a colores, tiene una vista panorámica de estos riscos que en la altiplanicie lucen magníficos. Pero al margen de contar con estas lomas, existe evidencia que estas montañas rocosas tienen energía.
Prolijamente hace un recuento de los cerros circundantes a Oruro, en su afán que se conozca Oruro, describe la ciudad universitaria, sugiriendo que siga poblándose de árboles. Une como eslabones lo que nos rodea, San Pedro, “nombre original Jampatukollu, Ararankani, Wiscachani, San Cristóbal, Colorada y otras de menor altura. La Tetilla, Luricancho y Santa Bárbara o Wara Wara”.
No existen dudas que el Ing. Vargas Mújica, no se limitó a expresar un sentimiento puro que sentía por este suelo que lo vio nacer y morir. En vida alcanzó a escribir y describir, que “Madre Natura significa Dios. Dios y las Montañas de Oruro”. No puedo dejar pasar estas líneas para justificar que su libro, es un aporte descrito con sensibilidad y armonía, realidad y atracción para mostrar por medios audiovisuales o presenciales, que estos gigantes inmóviles en toda su intensidad deben ser conocidos, principalmente por los orureños.
Este aporte hecho con unción, también muestra la naturaleza de riqueza pétrea de otras latitudes, como el Monte Everest, Kilimanjaro, Huascarán, Chimborazo, Misti, Llullaillaco, Aconcagua. Compara, ninguno es igual, todos tienen un registro de distinción. Se inclina con devoción por estos cerros, que desde el génesis este cosmos todavía nos cobija.
(*) Es Poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultura orureña
Fuente: Por: Marlene Durán Zuleta (*)
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