La minería sin oferta concreta para procurar su reactivación

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Las autoridades del distrito no se han preocupado en exigir a los candidatos políticos, una presentación pública de sus programas de acción para mejorar la situación de la economía regional, lo que hubiese implicado necesariamente, una mención al rubro minero, considerado en cualquier caso, la alternativa más efectiva para asegurar el desarrollo y sostenibilidad de la economía regional.

RECURSOS Y ECONOMÍA

Es la relación indisoluble en la vida nacional, desde la Fundación de la República, la actividad minera que otrora trascendió las fronteras nacionales y se afirmó dentro de grandes espacios en países de otros continentes, sirvió como el marco referencial, para catalogar a nuestra República, como una verdadera potencia minera, su riqueza aprovechada en extremos geográficos del continente, no fue beneficiosa del mismo modo en el interior nacional debido a contingencias políticas que prevalecieron en grandes espacios de la vida como Nación.

En los hechos, la suerte de la minería ha estado ligada a la marcha del país, desde siempre, dependiente de la explotación de sus recursos naturales no renovables, los mineros especialmente. Un cambio de suerte, en el manejo del timón y el uso de nuestra riqueza natural, nos permitió acceder a la explotación de nuestros hidrocarburos, aunque el diseño de esa explotación fue centrada en la extracción e importación del gas.

Bolivia todavía está viviendo con predominio económico gasífero, pero ni siquiera en ese periodo, disminuyó la importancia de la actividad minera, que constituye aún, el soporte más importante de la economía nacional, pese a que gran parte del sector “tradicional”, ingresó en una etapa de clara declinación, por el paulatino agotamiento de las vetas mineras que siguen cubriendo la cuenta más alta del presupuesto que tenemos para sobrevivir con dignidad nacional.

Seguimos subordinados a la extracción y exportación de nuestros recursos naturales no renovables, de manera incontrovertible dependemos del uso de nuestros recursos mineros. Coyunturalmente y en un periodo importante, el gas natural permite una recuperación económica que sin embargo y en la misma dimensión estructural de generar recursos, permite al Erario Nacional sumar importantes ingresos, que como los de la minería en otro tiempo y espacio se diluyen, sin fortalecer esa anhelada cuenta de “reserva estratégica” para cubrir los tiempos de vacas flacas, cuando declinan los precios y/o la producción de nuestros recursos naturales.

DESARROLLO DIVERSIFICADO

El interés nacional, políticamente expuesto, indudablemente que busca consolidar un desarrollo diversificado, sostenible, basado en la explotación de los estratégicos recursos naturales, los minerales desde siempre y en tiempos especiales, hidrocarburos y el gas. En ambos casos son exigibles políticas específicas que permitan un oportuno uso de las reservas, la obtención de beneficios y la extensión estructural financiera y tecnológica para continuar con futuros emprendimientos de apoyo a planes de industrialización de nuestros recursos naturales, en la dirección de hacer sostenible la economía nacional.

Por supuesto que el presente no es el mejor tiempo para inversiones, debido a las condiciones adversas que prevalecen, como un caso de característica mundial con el movimiento del coronavirus, causando estragos en la sociedad comunitaria internacional, alterando condiciones de orden financiero, restringiendo el cumplimiento de programas de desarrollo, obligando a muchos gobiernos, entre esos el nuestro, a tomar medidas de emergencia para sobrellevar la adversidad en lo que atañe específicamente a planes de diversificación económica, lo que constituye un bajón de proporciones en las posibilidades de mejorar condiciones de vida que disminuyan los altos índices de pobreza y desocupación.

Varios informes de entidades o fundaciones que analizan la cuestión, coinciden al señalar que “es compleja la situación actual y que su efecto puede ser más duro en países de economía “en desarrollo”, pues el esfuerzo extraordinario de fondos y las limitadas posibilidades crediticias, apuntan a establecer programas de emergencia, desafiando algunas limitantes, pero confiando en la seriedad y responsabilidad ciudadana para desembocar en el proyecto de una múltiple industrialización, a partir del uso de nuestras materias primas, que deberán ser útiles a nuestros fines de sostenimiento y ya no al comercio externo.

En nuestro país se cumplirán elecciones generales el fin de semana presente, se trata de un reto a la conciencia, al valor y la entereza de bolivianos y bolivianas, para elegir la mejor opción de un próximo Gobierno que pueda a su vez enfrentar las contingencias de un tiempo marcado por las presiones externas, incluyendo el coronavirus. Sólo un gobierno fuerte y con apoyo ciudadano, podrá lograr ese objetivo. El voto de este domingo es clave para el presente y futuro nacional.

Fuente: Medios. P.M.