La estatal minera Comibol cumplió 68 años de vida institucional en la minería

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No se realizó ningún acto “oficial” como solía producirse para celebrar otro aniversario de la creación de la Corporación Minera de Bolivia, la Comibol que la pasada semana cumplió 68 años de vida institucional, pues fue creada el 2 de octubre del año 1952, en el gobierno del MNR.

La creación de la Comibol, respondía a un Decreto Supremo (D.S.) que disponía el funcionamiento de una entidad autónoma, que sería manejada por un directorio de 7 miembros, 2 elegidos de ternas que presente la Federación de Mineros de Bolivia (F.S.T.M.B.) y todos deberían cumplir obligaciones enmarcadas en el testimonio organizacional de la nueva entidad.

PERSISTEN ALGUNAS DUDAS

Desde entonces, se supone la aplicación de una suerte de medidas que no se cumplieron en su justa instancia y dimensión, salvo el hecho de que cambió la administración de las minas que pasaron al control de personal gubernamental, eliminando toda injerencia de los “Barones del Estaño”. Pero hay una gran duda que se arrastra desde el origen mismo de la medida, y es que todavía no se ha logrado hacer que la estatal minera, sea una verdadera empresa para dinamizar la minería boliviana.

En el transcurso de 68 años, por supuesto que se han producido algunos hechos sobresalientes, pero más en el sentido del manejo de la Comibol, con mucha presión y autoridad política en diferentes periodos y con responsabilidad sumamente perjudicial a los intereses nacionales, cuando gobiernos militares dispusieron el manejo directo de la estatal minera, justamente cuando factores coyunturales favorecieron con buenos precios nuestras exportaciones mineras.

En tiempo y espacio, algo parecido sucedió en la última década, para beneficio de un gobierno autoritario.

Los estudiosos del tema, observando el curso de vida institucional de la Comibol, tienen dudas sobre su verdadera vigencia, pues incluso en el caso de la nacionalización de las minas, no queda claro si fue una conquista a favor del pueblo y si la misma es motivación para dedicar atención permanente a la minería. La real situación minera en la actualidad parece despejar esa duda.

El estribillo repetitivo del anterior gobierno fue el de “renovar” la Comibol, se habló incluso en algunos niveles sindicales de refundarla, cuando en realidad y de manera práctica lo que necesita la Comibol es una total, pronta y efectiva “reestructuración”, algo que requiere planificación, adecuado financiamiento, supervisión profesional, desburocratización y la responsabilidad de poner en marcha una “política minera”, operativa, tecnológica y financieramente posible.

UN GIGANTE COMPLEJO

En la verdadera dimensión de crear la Comibol, sus promotores eran convencidos que la nueva empresa tendría que ser todo un complejo, minero, metalúrgico, industrial, comercial y social, es decir que tenía en sus responsabilidades prácticamente todas las atribuciones que están ligadas a la economía de la explotación y exportación de nuestros minerales y el comercio de la maquinaría, herramientas e insumos para la minería nacional. Fue creada y dotada de regulaciones de alto poder administrativo que incluso fueron tomadas en cuenta por empresas que comentaban en revistas de amplia circulación externa, sus criterios sobre una Comibol que llegó a figurar entre las 5 más fuertes a nivel internacional, sin embargo en los hechos tal condición no pasó de circunstancias de política externa, pues en la función interna Comibol, hasta ahora, no posee ni política, ni alternativas concretas para impulsar responsablemente la minería y metalurgia del país.

En la ocasión cuando se recuerdan 68 años de vida institucional de la Comibol, es menester lograr un verdadero compromiso de las autoridades mineras para encarar la reestructuración de la empresa, para que cumpla efectivamente los fines para los cuales fue creada.

El D.S. (3072) que pone en marcha a la empresa denominada Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), establece que la nueva entidad tendrá por objeto explorar, explotar y beneficiar minerales, también encargarse de la comercialización y exportación de los productos minerales disponiendo que la Comibol se haga cargo de la importación de maquinaria, herramientas, materiales e implementos de trabajo y artículos de pulpería, tanto para la atención de sus necesidades como del resto de la minería nacional.

Realmente un conjunto de medidas que otorgan a la Comibol, las condiciones de un verdadero complejo minero metalúrgico, industrial, comercial y social en el país, considerándose responsable de buena parte del aparato financiero de la Nación. Un esquema que sólo se cumple en una mínima proporción, por lo mismo quienes asuman responsabilidades en el manejo operativo del sector minero, deben comenzar por reestructurar la Comibol, para el cumplimiento de sus importantes obligaciones, que permitan revitalizar y reactivar la minería y metalurgia de nuestro país. Doc.

Fuente: Medios. P.M.