Debatir o no debatir, esa es la cuestión

Una opción a la violencia en las calles, entre militantes de las diferentes tiendas políticas, son los debates, donde cada candidato puede exponer sus ideas y planes de gobierno, posibles soluciones a problemas planteados por la ciudadanía, y dar a conocer su mejor perfil ante la población que el próximo 18 de este mes se volcará a las urnas a elegir al mejor presidenciable para que dirija los destinos del país.

Los postulantes a la silla presidencial de Bolivia fueron invitados a debatir sus propuestas el fin de semana reciente, los foros fueron organizados con anticipación y se hicieron bajo estrictas normas de bioseguridad, para evitar que se convierta en una actividad peligrosa por la presencia del coronavirus que persiste en el país.

Este hecho molestó a Camacho y desafió tanto a Arce como a Mesa a “un debate de verdad”, a través de su cuenta de Twitter, el representante de CC respondió a través de una carta formal señalando que él ya asistió a dos debates y que no lo hará nuevamente porque espera el veredicto del pueblo en las urnas.

En psicología moderna, la corriente gestáltica señala que cuando se interrumpe un ciclo o alguna actividad que estamos realizando, nos quedamos con la sensación de que nos falta algo, porque nuestro ciclo o círculo no se completa, se dice entonces que nuestra Gestalt quedó incompleta. Al parecer eso le pasó a Camacho, se quedó con ganas de debatir porque no tuvo la oportunidad de hacerlo cuando se le dio la oportunidad.

Esa sensación de vacío, de que se debe hacer algo para completar el círculo de la Gestalt, hace que exista intranquilidad en la persona que lo padece, hasta completar lo que le falta, así que, es posible que el representante de Creemos siga desafiando a sus contrincantes y llamándolos cobardes mientras le rechacen la invitación.

Se dice que no existe la suerte por el azar, sino que nosotros la hacemos aprovechando las circunstancias que se presentan en el camino, estando preparados para cuando éstas llegan, por lo tanto, cuando una oportunidad pasa frente a nuestros ojos debemos aprovecharla, porque una vez que se vaya no volverá más, quizás Camacho no podrá completar más su Gestalt en cuanto a la posibilidad de debatir, lo que le queda es sujetarse de cuanta ocasión se le presente para dar a conocer sus propuestas, independientemente de los planes de sus contrincantes.

Quizás el tiempo para los debates ya pasó, cuando se presentó la oportunidad, cada candidato pudo elegir entre debatir o no hacerlo, ahora lo que queda es que cada quien por su parte presente sus propuestas, lo más importante es que aquellas no queden en ideas, sino que sean posibles de realizar y se cumplan por el bien del país.