Viernes 02 de octubre de 2020
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Aunque todo muestra que será muy difícil establecer y aprobar un proyecto renovado para la reactivación minera del país, hay quienes no pierden la esperanza en que “por lo menos” las actuales autoridades definan y entreguen un modernizado “plan de renovación minera”, contando con algunos aportes de profesionales que coyunturalmente ocupan cargos en el estratégico ministerio de minería y en la empresa estatal minera, Comibol, instancias en las que se “tejen” los proyectos, desenredando las madejas de programas que se ofrecieron y no se cumplieron.
El tiempo es realmente corto, poco más de dos semanas antes de ejecutarse el calendario electoral y realmente, un espacio reducido que no abre muchas perspectivas para que puedan ser delineados planes que transformen el actual sistema administrativo del sector minero productivo, altamente burocratizado, totalmente inoperante, carente de normativas apropiadas, con una ley sin reglamento y que merece actualizarse frente a la competencia externa. Realmente parece que pretender un programa minero en este tiempo, es pedirle “peras al olmo”.
Lo que no se pudo hacer en 14 años de inutilidad en materia de renovación minera, es poco probable que se actualice en dos semanas, claro está que el tiempo de cambio proviene de meses atrás, pero lamentablemente, buena parte de ese periodo se perdió en la recurrente nominación de nuevas autoridades, en el reemplazo de varias de estas, antes que desglosen sus interesante ideas, dejando complejos problemas sin soluciones a unos pocos que tampoco lograron el objetivo de limpiar y corregir graves errores, como los que persisten en la Metalúrgica de Vinto y que afectan la economía de los distritos productores de la minería estatal.
