La minería ausente en las propuestas de candidatos

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En una observación de las propuestas presentadas por los candidatos políticos se observa claramente la ausencia de la minería, como factor que debería ser considerado de prioridad en el futuro desarrollo económico de la Nación.

Son contados los que aluden al sector minero como parte de sus programas y al hacerlo sólo se refieren al litio como elemento importante en materia de explotación minera y ni siquiera consignan su futura industrialización. La minería calificada como “tradicional” y que corresponde a los yacimientos que desde hace muchos años y que actualmente todavía nos permiten recuperar utilidades, impuestos y regalías, no ha sido mencionada, “ni por el forro”, como se lamentaba alguno de los estudiosos de la situación, esperanzado en que la contienda política de este mes de octubre, enderece el rumbo en el tratamiento de nuestra importante reserva mineralógica, no precisamente en los salares, ni tampoco en el extremo oriental del país en el Mutún, sitios estratégicos donde tenemos guardadas reservas impresionantes de litio y hierro.

Para poner las cosas en su justa y real dimensión, hay que admitir que se explota el gas, pero no se aprovechó su beneficio económico en un tiempo determinado, sucedió otro tanto con los minerales, en un periodo de buenos precios, sin que se tomen previsiones de inversión para fortalecer el mismo rubro productivo en condiciones adversas, pues los recursos naturales como hidrocarburos (gas) y la minería tiene ciclos muy marcados en materia de precios, además por tratarse de materia no renovable, su tiempo de vida útil y de provecho tiene límites definidos e improrrogables.

¿Propuestas políticas?

Bajo tales condiciones es que la ciudadanía común quisiera saber qué importancia otorgan los políticos a esos nuestros recursos no renovables, sabiendo que el gas está en declinación y que la minería se presenta como la opción más segura para garantizar el movimiento económico nacional del próximo futuro, pero requiere una millonaria inversión, partiendo de un proyecto renovador que establezca una nueva política minera, reestructurando toda su línea administrativa, desde el ministerio y pasando necesariamente por su estatal minera, la Comibol, para encarar una verdadera “reactivación de la minería”, aclarando que los macro proyectos del litio y el hierro deben desarrollarse en el marco de una exigible responsabilidad nacional, para no quedar al margen de la competencia con países vecinos y planes similares, como industrializar el litio, o aumentar la producción de acero.

RENOVACIÓN MINERA

La renovación de la minería es otra cosa, es justamente la que debe recibir una fuerte dosis financiera, pues se trata de poner en marcha emprendimientos mineros, que vayan reemplazando los ya casi agotados yacimientos tradicionales, permitiendo fortalecer el sector, incrementando la actividad metalúrgica y siderúrgica, al industrializar nuestros recursos mineros y exportarlos con valor agregado, aumentando los ingresos nacionales.

Para alguno de los candidatos políticos, que ya pasó por la experiencia de gobernante, lo hizo también en función vicepresidenciable y actualmente pugna por elevar su índice de popularidad, el caso de la minería tendría en el futuro la opción de ubicarse como alternativa para la creación de múltiples industrias nacionales, utilizando nuestros metales ya procesados y con “valor agregado” fabricando una serie de productos “especialmente de ferretería y quincallería” que ahora los importamos.

La minería tiene que consolidarse como el rubro más importante para la generación de divisas, de ingresos para las regiones, asegurando miles de empleos para la transformación tecnológica de nuestra actividad extractivista, en otra de rendimiento productivo, utilizando nuestra propia materia prima, añadiendo ingenio, capacidad y voluntad para el sostenimiento de nuestro futuro desarrollo.

Para los candidatos debería ser ineludible, la mención más práctica y segura de generar recursos, utilizando nuestra materia prima minera, consolidando una metalurgia de avanzada, incorporando una fundición de zinc, actualizando la de Karachipampa y poniendo en funcionamiento la siderúrgica del Mutún, con lo que el esquema productivo nacional, estaría en abierta competencia y con marcadas ventajas sobre algunos de estos, concretando un verdadero proyecto de desarrollo sostenible, que permita consolidar otros rubros de importancia en la producción y exportación de alimentos, muy requeridos en el exterior y con mercados asegurados, que ponderan la calidad de productos bolivianos.

Sólo la minería puede mover el engranaje del desarrollo, de ahí que su futuro dependerá de la estrategia que diseñen, financien y apliquen, los promotores de una nueva administración financiera nacional. Algunas dudas obligan a puntualizar una aclaración… “no se trata de un sueño, la minería está presente a lo largo y ancho del país, hay que trabajar para consolidarla y explotarla”, afirman los expertos de la materia.