Ofertas de campaña

Desde que comenzó la etapa de campañas electorales, hasta el momento no se vieron ofertas claras y firmes, que expliquen qué harán los postulantes de ser elegidos para ocupar la primera magistratura del país, lo único que quedó claro para los ciudadanos es que entre militantes no existe tolerancia y sólo se ven enfrentamientos en las calles.

Según reportaron los medios de comunicación, hasta el momento se dieron 20 agresiones entre militantes, durante las caravanas que recorren las diferentes capitales de Bolivia, algunas fueron entre militantes, otras de la población a los candidatos como señal de rechazo, y también periodistas fueron agredidos cuando hacían la cobertura de esos actos proselitistas.

La ciudadanía, cansada de las mentiras de los políticos, quienes durante las campañas prometen todo, pero luego no cumplen, está atenta a los debates organizados por los diferentes medios de comunicación, para escuchar las propuestas, que ojalá sean con fundamento y señalen de dónde piensan obtener los fondos para viabilizar las obras que deseen poner en marcha.

En Oruro, al poner en la silla presidencial a un orureño, creció la esperanza de que éste hiciera algo por su tierra natal y de esa manera se pagará la deuda histórica que tiene el país con esta región, que gracias a la minería incipiente fue una importante fuente de recursos monetarios para impulsar el desarrollo de la nación, pero eso quedó sólo en un deseo, pues el expresidente priorizó a otras regiones, como el Chapare.

Uno de los proyectos que al final nunca se puso en marcha como debía ser es el Puerto Seco, entre otros están la reactivación minera, el incentivo a las empresas e industria, mejoras en la salud y la educación.

Por otra parte, para Oruro es de vital importancia su Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, pero a más de traer a famosos de otros países, no se hizo gran cosa para catapultar esta fiesta y darla a conocer en otros países como corresponde, para que crezca y sea un referente del país en cuanto a devoción, religiosidad y turismo. Con la pandemia, quién sabe si llegará a realizarse el próximo año, pero sí se debería dar un impulso a dicha actividad para ayudar al crecimiento económico de la región.

Seguramente los ciudadanos de cada departamento estarán pendientes y atentos a lo que los candidatos vayan a ofrecer para sus respectivas regiones, y quizás el tiempo se haga corto para responder a todas las expectativas, pero al menos en el nivel nacional, se espera que aquellos ofrezcan trabajo y acciones destinadas a mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de los bolivianos.

Habrá que esperar el gran debate nacional para saber qué están dispuestos a hacer los candidatos por el país, y principalmente, cómo es que planean llevar a cabo esos planes de gobierno, para que no se queden en bonitas ideas que jamás se realizarán.