Producir y exportar, desafíos inmediatos

Entre los remanentes que deje el coronavirus cuando haya disminuido su acción destructora, está el desafío de restablecer las actividades productivas con miras a proveer de bienes de consumo a la sociedad y, en lo posible, emprender con las exportaciones retomando antiguos mercados foráneos que se tenía y logrando la apertura de otros. No será fácil el emprendimiento de retomar lo que había costado mucho al país especialmente porque países vecinos –aunque confrontando también el problema de la pandemia—se han encargado de tomar para así copar esas vacantes. Lo que importa en el momento no son las esperas hasta que pasen los días o el tiempo de la pandemia, sino estudiar, planificar lo que vaya a hacerse para producir más y mejor calidad de lo que se hacía y el tiempo para ello es apropiado porque permite corregir los yerros y mejorar los aciertos sin esperar nuevas experiencias logradas en una nueva etapa. ¿Qué y cuánto hizo el sector público antes del virus? ¿Cuáles fueron las consecuencias por haber copado siquiera en parte de lo que hizo el sector privado? ¿Hasta qué punto será conveniente una política que, en franca competencia, duplique lo que hace uno u otro sector de producción? Son, pues, muchas las interrogantes que, bien examinadas, pueden tener respuestas adecuadas. Lo que se haga y con el tiempo debido, deberán emprender las empresas públicas en conjunción con las privadas para planificar el futuro ordenada y científicamente tomando y teniendo en cuenta lo que estén haciendo similares empresas en los países vecinos para evitar choque de intereses y competencias no siempre convenientes.

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