Interesa la reactivación

Una ruidosa marcha de cooperativistas mineros hizo retumbar el centro histórico de la ciudad de Oruro, ayer en la mañana, en protesta por el traslado de la Dirección de Exploración Minera, de esta capital a Potosí.

La Presidente Jeanine Áñez, de manera reciente anunció la reactivación de la minería a través de la Dirección Nacional de Exploración y Prospección, dependiente de la Corporación Minera de Bolivia, Comibol, con sede en Potosí, donde inauguró la oficina de dicha institución.

Como se indicó a través de esta columna, la reactivación era un sueño largamente por los orureños, ya que durante los 14 años del gobierno anterior al actual, es decir, el liderado por Evo Morales, no hizo casi nada o simplemente nada, por la reactivación de la minería, sólo promesas, por lo que al anunciar la Presidente en ejercicio que se ocuparían de repuntar a este sector productivo, parecía una buena noticia.

Las entidades estatales no están para trabajar solamente para unos sectores, sino que deben atender las necesidades de todo el Estado, por lo que, sin importar dónde se encuentre su sede, debe ocuparse de repuntar la economía de todos los trabajadores, según su correspondiente rubro, como es el caso de la Dirección de Exploración.

Huanuni tiene una deuda gigante con la Empresa Fundidora de Vinto, por lo que también debe recibir un incentivo y se deben diseñar políticas mineras para todos los sectores, es decir, para cooperativistas, asalariados, privados,

pertenecientes a la minería chica, mediana o grande.

La minería es un sector productivo que de manera histórica ha impulsado el desarrollo económico de diferentes regiones de Bolivia, desde el altiplano, pasando por los valles y hasta el oriente, por lo que es una deuda que los ciudadanos bolivianos tienen con los mineros y que se creen políticas para su reactivación es no sólo necesario sino que es un derecho que los trabajadores tienen para tener mejores condiciones de vida.

Por décadas, los orureños reclamaron que se tenga una ley minera clara, que muestre el camino a seguir, y que también tenga políticas sostenibles en el tiempo para la reactivación.

El ministro de Minería de Morales, Edmundo Novillo, se ocupó más del gas natural y dejó en el olvido al sector minero, pese a que su cargo estaba diseñado precisamente para dar un espaldarazo a los trabajadores del subsuelo, pero como se dijo líneas arriba, poco o nada hizo por darle el impulso necesario para convertirla de nuevo en una actividad que signifique un aporte importante a la economía del país.

El actual gobierno está de paso, pues ya se acercan las elecciones nacionales, cuando el pueblo boliviano elegirá a nuevos gobernantes y se espera que aquellos no dejen de lado la reactivación anunciada por Áñez, cuya principal misión era organizar nuevos comicios, donde prime la transparencia y confiabilidad, pero la mandataria, quien también es candidata, fue más allá, quizás con la intención de hacer de esas actividades parte de su campaña política, al menos eso es lo que parece.