Grandes mujeres no siempre están "detrás" de los grandes hombres
28 mar 2012
Fuente: Bogotá, 27 (EFE).-
Por: Ana Mengotti
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Nadine Heredia, la esposa del presidente peruano, Ollanta Humala, no hace honor al dicho "detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer": la primera dama de Perú está delante de su marido en popularidad desde hace tiempo.
Heredia, de 35 años y madre de tres hijos, cuenta con un 59 % de aprobación, cuatro puntos más que el presidente, según una reciente encuesta que no es la primera que muestra esa ventaja de la primera dama desde que Humala asumió la Presidencia en julio de 2011.
El respaldo a la esposa de Humala, que lo mismo aparece con su marido en una alocución televisada por el día de la mujer que promocionando la anchoveta (anchoa peruana, Engraulis Ringens) en un restaurante, solo bajó un punto respecto a febrero, mientras que Humala perdió tres, según la empresa Datum.
El caso de Nadine Heredia no es tan raro en América Latina, donde ha habido antes muchas primeras damas con poder y gancho popular.
Más de 50 años antes que Humala, el entonces presidente argentino, Juan Domingo Perón, se benefició de la enorme popularidad de su segunda esposa, Eva Duarte, "Evita", a la que las clases populares veían como una santa y la mitificaron aun más después de su dolorosa muerte a los 33 años.
La mujer con la que Perón se casó años después de enviudar de la "abanderada de los humildes", Isabel Martínez, le sucedió a él en la Presidencia de Argentina, pues era vicepresidenta cuando él murió en 1974 y así lo establecía la Constitución.
La también argentina Cristina Fernández, que el pasado diciembre asumió su segundo mandato presidencial, ya era una dirigente política con peso propio cuando su esposo, Néstor Kirchner, del que enviudó en 2010, llegó a la presidencia en 2003 y lo siguió aquilatando como primera dama.
En julio de 2007, Kirchner decidió que fuera ella -la "pingüina", dijo- la que compitiera en las elecciones presidenciales de octubre de ese año, a pesar de que Fernández tenía una intención de voto del 46 al 48 %, ligeramente inferior a la suya.
Cristina ganó en primera vuelta con un casi un 46 % de los votos.
Los Kirchner funcionaron desde 2003 hasta la muerte de Néstor, cuando ya no era presidente sino "primer caballero", como un verdadero "matrimonio presidencial", un poder bicéfalo que les granjeó no pocas críticas de la oposición.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que en 2011 ganó un tercer mandato en las urnas de manera muy cuestionada, ha delegado el 50 % del poder en su esposa, Rosario Murillo, que ejerce como primera dama y portavoz del gobierno y en la práctica hace el papel de ministra de la Presidencia.
El ex presidente mexicano Vicente Fox también se repartió el poder con su esposa, Marta Sahagún, según ha reconocido esta semana en una entrevista con Milenio Televisión.
"Las mujeres tienen mucha más visión que los hombres y han mandado siempre", señaló Fox, quien indicó que funcionaron como una pareja presidencial y que ella no tomaba decisiones pero "ayudaba" en las reflexiones.
El ex presidente confirmó así lo que muchos decían en México durante su presidencia (2000-2006).
La actual primera dama mexicana, la abogada Margarita Zavala, no tiene un papel predominante en la política mexicana y la mayoría de las veces cumple con sus actividades oficiales como acompañante del jefe de Estado, Felipe Calderón.
María Clemencia Rodríguez, esposa del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se dedica sobre todo a actividades sociales, al igual que Rosa Elena Bonilla, esposa del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, Cecilia Morel, esposa de Sebastián Piñera, de Chile, y Rosa Leal, esposa de Otto Pérez, de Guatemala.
La primera dama de El Salvador, la brasileña Vanda Pignato, se desempeña también como secretaria de Inclusión Social y se ha destacado por el programa Ciudad Mujer, reconocido internacionalmente.
La esposa de Rafael Correa, la belga Anne Malherbe, no tiene ningún cargo en el Gobierno de Ecuador. Trabaja como profesora en un colegio y mantiene su vida privada lo más reservada posible.
La uruguaya Lucía Topolansky es un caso más parecido al de Cristina Kirchner.
Fuente: Bogotá, 27 (EFE).-
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