Prevenir propagación del coronavirus chino

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Sin duda que son muy complejas las condiciones para aplicar medidas de prevención para evitar la propagación del virus chino que se extendió por todo el mundo, dejando saldos de miles de contagiados y centenares de víctimas fatales, en ambientes que descuidaron aplicar previsiones rígidas y hasta se registraron casos en que desconocieron o ignoraron la presencia del virus.

Se trata de un hecho vigente con toda su fuerza y por lo mismo difícil de ignorarlo o pretender minimizarlo, cuando sus efectos se sienten con dolorosas consecuencias y resultados altamente negativos, afectando por una parte la integridad de las familias, pero además la solidez y vigencia de empresas consolidadas o la estabilidad de negocios de rendimiento cotidiano que hacen posible el sostenimiento de gran parte de la economía comunitaria.

Para los entendidos del BID, el tratamiento del coronavirus exigirá en cualquier país, el uso de recursos extraordinarios, por lo que este organismo está haciendo efectiva la concesión de “créditos especiales” que deben ser utilizados con carácter de emergencia para enfrentar las consecuencias que deja a su paso la pandemia. Se sugiere priorizar planes de política fiscal que puedan equilibrar la recuperación de ingresos, el buen uso de apoyos financieros que sean dirigidos a fortalecer los rubros sociales de salud de modo que su desempeño no se vea desbordado por mala aplicación de medidas estimuladas por intereses político partidarios, que en el periodo de crisis deberían ser anulados totalmente.

En tales circunstancias, la recomendación más importante es aplicar medidas para detener la propagación del virus, fortaleciendo el trabajo en todos los centros de salud, pero también en el control preventivo de la colectividad. La medida será complementada con la entrega de recursos económicos a esos hogares más vulnerables en los que las fuentes de empleo son críticas y otra sugerencia será la de apoyar a las empresas haciendo factible el uso de “fondos de apoyo” para preservar las fuentes de empleo, evitando la separación entre empresarios y trabajadores.

Se tratan de medidas especiales, cuya implementación y práctica de uso corresponderá a una “suerte de acuerdos” entre las partes interesadas, dejando de lado temporalmente, todas las injerencias políticas.