El Día del Barbijo

El cubrebocas existe desde hace mucho, pero se puso en vigencia su uso, sobre todo este año, por la presencia fuerte de la pandemia del coronavirus, que a Bolivia llegó en marzo importado desde Italia, a partir de entonces es cotidiano ver a personas usándolo en las calles, aunque muchos aún no creen en la virulencia del Covid-19 y no lo usan.

Para muchos es molesto usar el barbijo, pues no permite respirar adecuadamente, sobre todo cuando se usa con algún filtro o papel tisú debajo del mismo, puesto que ahora se venden por cantidades y algunos no son tan confiables, según las normas de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Después aparecieron los llamados también tapa bocas, de varios colores y diseños, con filtro, sin filtro, los KN95, los N95, los comunes, de diversas telas, lavables, descartables, y los precios bajaron un poco, pero su precio nunca volvió a ser el de antes, incluso la industria de la moda, que vio mermada su actividad ante la ausencia de eventos sociales en los que la gente puede reunirse a festejar algún acontecimiento de relevancia, se dedicaron a diseñar bonitos barbijos, dignos de la alta costura.

Pero la importancia del barbijo es mayor de lo que se puede pensar, pues un estudio publicado recientemente, por el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME por sus siglas en inglés) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, señala que “podrían ser salvadas casi 770 mil vidas globalmente para el 1 de enero de 2021, a través de medidas probadas como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social”.

Según el estudio realizado por ese instituto se hicieron proyecciones sobre la falta de esas medidas de bioseguridad, es decir, el distanciamiento social y el uso del cubrebocas, y arroja los siguientes datos: “Las muertes acumuladas esperadas para el 1 de enero suman 2,8 millones, alrededor de 1,9 millones más de las estimadas ahora hasta el fin de año. Las muertes diarias en diciembre podrían llegar hasta las 30.000”.

El instituto hizo una simulación en la que presentó tres escenarios sobre el uso de las mascarillas: el peor, en que el uso de los barbijos se mantenga al ritmo actual y relajando el distanciamiento social, habría cuatro millones de muertes al fin de año. Un mejor escenario muestra dos millones de muertes totales si el uso de mascarillas es casi universal y se impone el distanciamiento social. Y el más probable, es que se asuma el uso de mascarillas individuales y oras medidas de mitigación, resultaría en unos 2,8 millones de muertes totales.

Con esas condiciones, del uso necesario de las mascarillas y que se respete la regla del distanciamiento social, no sería raro que la Organización de las Naciones Unidas instaure e instituye el Día Mundial del Barbijo, o mejor, el Día Mundial del Uso Responsable del Barbijo.