Viernes 04 de septiembre de 2020

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Tradicionalmente en Bolivia usamos frases hechas para mostrar el sumun de las intenciones de un gobierno, de una corporación o de grupos de poder, cuando se quiere influir en las mayorías sociales cuyo apoyo es importante circunstancialmente o como componente de un mercado en el que se quiere tener réditos. Recuerdo algunas de ellas: “País de ganadores”, “Exportar o morir”, “Orden, paz y trabajo”, algunas revolucionarias: “Hasta la victoria siempre” o “Patria o muerte venceremos”, alguna de tinte mesiánico:“No soy enemigo de los ricos pero soy más amigo de los pobres”…y podría seguir una larga lista de clichés que adornan nuestra historia política y social desde que somos independientes.
En la situación actual del país, con una tremenda pandemia a cuestas, una elección en puertas y un clima social de desánimo y miedo generalizados sobre lo que nos espera en los años venideros, hay una proliferación de frases hechas en los medios de comunicación que pretenden influir en la gente para controlar sus emociones y marcar tendencias de comportamiento, sin las cuales el control del Estado no sería posible. Todos los niveles de gobierno están centrados en la pandemia y pareciera que las actividades tradicionales del Estado están en Statu quo hasta que aquella pase. Esto es muy comprensible pero en el campo pragmático estamos transitando a una crisis económica y social post pandemia de dimensiones insospechables y no dejamos un resquicio para la ejecución de un plan económico y social de urgencia, que permita tener una alternativa de reacción al impacto negativo de la pandemia. No me refiero a aumentar el nivel de gastos en bonos, programas sociales y de generación de empleo temporal sino, a la generación de riqueza activando el sector productivo; me llamó la atención un hecho del sector minero que se dio en los días precedentes, la paralización temporal de Minera San Cristóbal la mayor productora de plomo, zinc y plata del país, casi no hubo reacción significativa, solo aislados comentarios oficiales; lo mismo en el caso de San Vicente, Bolívar, San Bartolomé, las minas de Comibol, la minería Chica, las Cooperativas, etc.; todo el sector está con problemas o paralizado, ¿Cómo se reemplazará la generación del 49% de las divisas que entran al país si la situación del sector se agrava?
Fuente: Dionisio J. Garzón M. (*)