Plan de contingencia se aplicaría en el Mutún

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Por la información, no precisamente de última edición, publicada por un matutino cruceño casi a mediados del pasado mes, se muestran algunas situaciones complejas del proyecto que está a cargo de una firma china, la Sinosteel Equipment, que se adjudicó el nuevo contrato por una monto de 450 millones de dólares y que acusaría serios problemas financieros, pese a que se conoce abiertamente que un crédito del Eximbank de China permitiría el desarrollo del proyecto a cargo de la firma, que tal parece no está en uso de todas sus facultades, técnicas y financieras para encarar el mega proyecto boliviano, con la construcción de una empresa siderúrgica en la zona oriental.

Lo que preocupa es la existencia de algunas trabas, de orden económico, como el atraso en el abono de una cuenta boliviana con el banco prestamista, pero además se aclaró también que la firma china, tampoco cumplió su parte, al no entregar oportuna y correctamente el diseño final de la obra y ofrecer las garantías correspondientes sobre experiencia técnica y solvencia económica.

Se trata por supuesto de un complejo contrato, que en la parte boliviana obliga a la construcción de un gasoducto de 15 kilómetros, para la provisión de suficiente gas para mover la siderúrgica, además de la construcción de un acueducto de 120 kilómetros, desde proximidades del Río Paraguay. Esas dos obras necesarias e ineludibles elevarán el costo del proyecto hasta 546 millones de $us, de los cuáles el 85% es el préstamo del Eximbak de China y el 15% restante será cubierto por el Estado boliviano.

Por ambos lados, como observan los entendidos, hay incumplimiento de obligaciones, en el orden legal, la empresa china no tenía el proyecto a diseño final y no fue entregado como parte del acuerdo. En obligaciones económicas, se reclama un abono de cuentas atrasadas de nuestro Gobierno, pero de manera oficial, se demuestra que la ESM, pagó 6 millones de $us, por concepto de intereses y comisiones del crédito chino, por lo tanto ejecutivos de la firma asiática no debieron utilizar ese argumento para eludir su compromiso de garantizar la presentación del proyecto a diseño final, que en otras circunstancias, sería una exigencia preliminar y no posterior a la firma de un convenio.

Actualmente se desconocen detalles sobre la marcha del proyecto, la ESM no informa sobre la materia y la firma china, aprovecha tal coyuntura para dejar pasar algunos inconvenientes, en un convenio que debería estar avanzando de manera práctica dentro el calendario de 30 meses de operación, de los que ya han corrido más de 10, sin resultados favorables. Una gran pena.