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Martes 11 de agosto de 2020

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EDITORIAL
A mí me dicen el “yo no fui”
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Frustración y discontinuidad en la educación
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Subida desmedida de costos en farmacias y clínicas privadas
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¿Economía y/o Salud?
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AVISOS P-8
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Editorial y opiniones

Subida desmedida de costos en farmacias y clínicas privadas

11 ago 2020

Fuente: Por: Santiago Condori Apaza

Desde los primeros reportes, hasta los últimos registros estadísticos en el Sedes sobre la expansión de contagios y los decesos por el Covid-19 en el departamento de Oruro, ha surgido paralelamente otro mal endémico a la población orureña, como es el agio y la especulación de precios de los productos farmacéuticos y los costos de internación a los centros hospitalarios. Este fenómeno ya se había visto en el mes de marzo, desde los primeros brotes del Covid-19 registrados en la ciudad, donde una familia entera había sido contagiada por un miembro familiar venido de un país europeo.

Ante este panorama sombrío que se avecinaba a la ciudad de Oruro y al país en su conjunto; en la población citadina se había creado una sicosis sanitaria, de que se avecinaba un tiempo caótico y crítico donde escasearían los medicamentos y también los alimentos por un largo tiempo. Este tiempo crítico de hambruna y caos sanitario conllevaría a que muchas personas decidieran comprar los productos farmacéuticos en demasía o en grandes cantidades, dejando poco o casi nada en los anaqueles farmacéuticos y los almacenes alimentarios.

Viendo este patrón de comportamiento de las personas, ante la proximidad de la pandemia mundial, la Sociedad Boliviana de Farmacéuticos parece haberse puesto de acuerdo para especular de precio en ciertos productos prioritarios para confrontar la pandemia, como ser: barbijos, guantes quirúrgicos, paracetamoles, alcoholes en gel y entre otros productos que habían subido de precio abruptamente duplicándose o triplicándose los costos en función a la adquisición de su precio anterior; o en el peor de los casos, esos productos habían desaparecido de las farmacias.

A casi 5 meses de sobrellevar la situación de la crisis sanitaria del Covid-19 por medio de cuarentenas dinámicas, restringidas y encapsulamientos, pues la situación social y económica de las familias bolivianas se va agravando día que pasa, y mucho más aún lo es, si hay algún miembro familiar infectado con esta enfermedad del Covid-19.

Se tiene registrado testimonios de personas infectadas que no pudieron ser atendidos en los hospitales públicos y mucho menos en clínicas particulares. Así tenemos el testimonio de un integrante del afamado grupo folklórico Kalamarka; el pasado 9 de julio del presente año 2020, el señor Hugo Gutiérrez, director e integrante de este grupo boliviano, daba a conocer la pérdida de su madre y sus dos hermanos. A través de un audiovisual publicado en la cuenta oficial del grupo Kalamarka en fecha 10 del presente, Gutiérrez le dio el último adiós a sus seres queridos y le rindió un homenaje póstumo a su señora madre con la composición del tema “Mamita”, un ritmo de huayño puna.

Según el testimonio de Gutiérrez, los decesos de sus familiares, fueron a causa del coronavirus, quienes habrían estado infectados por un prolongado tiempo, siendo ya aislados, Hugo hizo todo lo posible para que su difunta madre fuese internada en una clínica particular y recibiese las atenciones respectivas, cosa que le fue negada en varios nosocomios pidiéndoles en primer lugar un depósito de 70.000 $ dólares Americanos de entrada, o caso contrario tendría que ser derivada a un centro de aislamiento público o en su casa. En esa odisea para buscar la atención médica, la madre de Hugo había fallecido. Viendo el desenlace trágico, Hugo pudo hacer ingresar a sus dos hermanos a un centro privado, donde el hermano mayor había recibido el plasma hiperinmune, pero fue muy tardía aquella intervención, puesto que el virus ya había destruido gran parte del aparato respiratorio de ambos hermanos, por lo que también fallecieron junto a su madre.

En una nota exclusiva que hizo AYTv y Página 7 a Hugo Gutiérrez, decía en medio de lágrimas: “-han sido días muy difíciles de afrontar y entender lo que ha sucedido en nuestra familia. Después de una lucha incansable para salvar a mí hermano Gustavo Gutiérrez y que con él también se fue mi madre, mi hermano Javier Gutiérrez. Es muy difícil aceptar, somos testigos y víctimas de una gran perversidad…”. Estas últimas palabras de Hugo, parecen hacer eco de lo que está sucediendo con las farmacias y las clínicas particulares, en donde se ha visto el uso y abuso desmedido en la atención a las personas con la venta de los productos duplicados o triplicados sus precios, y ni hablar de clínicas que antes que ver el gesto humanitario de salvar vida, primero está el depósito elevado en moneda extranjera de 70.000 o 40.000 $ dólares americanos. Este último dato es corroborado por Edgar Ramos, exrector de la UPEA, quién afirmaba que un empresario había fallecido por no depositar a la clínica ese monto de 40 mil dólares como garante de internación.

En el caso de la ciudad de Oruro, se tiene un caso particular de la Clínica Cristo Rey y otras clínicas de Oruro, quienes pedían una internación de cualquier malestar, 500 a 800 bs cama/noche y de 30 a 35.000 $ dólares americanos de garantía ante posibles pacientes sospechosos del Covid-19.

Viendo esta fluctuación de precios triplicados, uno puede deducir que el costo de la salud de las personas, ha llevado a que muchas farmacias y clínicas hagan negocio de ello, sin que las autoridades del Ministerio de Salud pongan coto al asunto o regulen a estos centros hospitalarios privados, que se han vuelto sitios para la mercantilización de la salud, medidos por el dinero una ambición de los dueños a costa del Covid-19.

Al acercarse a preguntar del porqué subieron los precios, ellos alegan que no está llegando desde afuera, y si está llegando es con precios muy altos y por eso obedecía la escasez y la fluctuación de precios. Entonces uno viendo esta dinámica de mercado externo podría asumir que eso es cierto; pero viendo la realidad de cómo se ha presentado esta fluctuación especulativa de precios, así de cerca tal como dice Hugo Gutiérrez, el agio y la especulación ha sido desde los inicios de la pandemia, y mucho más durante las cuarentenas; así tenemos un bosquejo de algunos productos más usados en estos tiempos de pandemia como ser: un barbijo quirúrgico costaba entre 1 a 1,50 bs hoy cuesta de 4 a 5 bs.; un envase de alcohol en gel de 500 ml, antes 5 bs., ahora 15 a 20 bs.; guantes quirúrgicos, antes 1,50 bs ahora 2,50 a 3 bs., desinfectantes de lavandina y alcohol, antes 1 litro 14 bs ahora 20 a 25 bs., paracetamol sobre 2 bs ahora 5 a 10 bs, jarabes para la tos antes 35 bs ahora 75 bs los costos se han triplicado, y así, sucesivamente podemos seguir dando una lista interminable de precios comparativos que han sido manipulados a libre albedrío por los agentes farmacéuticos creando una total dependencia y consumo absorbente en la población más vulnerable como lo son los de las zonas periurbanas y del área rural.

Es momento que la ciudadanía orureña se manifiesta ante todo este atropello y atentado contra la salud, si bien existe un Decreto Supremo que establece normas que estipulan atentados contra la salud, a mi parecer estos procedimientos altruistas que parecen expresar los centros farmacéuticos y clínicas, pues deberían estar medidos en la misma dimensión; antes existía una Oficina de Atención al Consumidor – Odeco en cada ciudad, y a ese medio uno solía ir a quejarse, pues ahora hasta eso desapareció y nadie dice nada; la ciudadanía esta desamparada ante muchos atropellos que se está cometiendo últimamente en diferentes ámbitos. Con sólo decir no existe o es que subió de precio porque no está llegando del exterior no me parece un justificativo convincente, puesto que en mi análisis ya se describió los desenlaces. En resumen la muerte de las personas del Covid - 19 es por culpa de las clínicas privadas, hospitales y farmacias por la alza de costos y no atención a los pacientes, que la gente humilde no pueden acceder a los costos elevados y prefieren perderlos a sus seres queridos, las funerarias un negocio redondo en la pandemia, quien debe sancionar a estos irregularidades de las clínicas privadas, farmacias y otros, el estado, la gobernación y la alcaldía no hizo nada ni lo harán porque existe una gran corrupción en la salud en tiempos de la pandemia del Covid-19, la triste realidad en Oruro y Bolivia. Se debe sancionar a estas clínicas, farmacias y funerarias con una sanción máxima por especulación de costos y los dueños son soberbios igual deben ser sancionados penalmente con una sanción máxima.

Fuente: Por: Santiago Condori Apaza
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