Más distancia por favor

Ayer la ciudad de Oruro, en horas de la tarde, parecía haber vuelto a la normalidad, no a la llamada nueva normalidad, sino a la de antes, pues había mucha gente circulando por las calles, a pie, en vehículos particulares y en el transporte público.

Por la doble vía hacia La Paz, también iban y venían vehículos como cualquier día normal, antes de que comenzase la pandemia. Es más, en las orillas del camino se apostaron comerciantes, hay quienes arreglan bicicletas, venden toda clase de mercadería, fruta, verdura, comida y refrescos. La cuarentena obligó a estas personas a instalar nuevos negocios por donde circula la ciudadanía a diferentes horas, durante todo el día.

Las filas en bancos e instituciones públicas y privadas son numerosas, y cada vez se mantiene menos distancia entre persona y persona, especialmente en la zona central, cerca de la plaza principal.

Para colmo, personas de diferentes sectores sociales, decidieron salir en marchas de protesta, reclamando reivindicaciones, que por justas que sean ponen en peligro la salud de las personas, ya que el coronavirus no discrimina a quién va a enfermar.

Lo triste de todo esto es que cada día aparecen más personas contagiadas con el Covid-19, por decenas, y los centros de salud han comenzado a colapsar, pues ya se anunció ese extremo en el Hospital General San Juan de Dios, hace tiempo, tampoco se atiende a pacientes con el coronavirus en el Hospital Oruro Corea y finalmente, hace un par de días, hicieron el anuncio desde la Caja Nacional de Salud, pues sus médicos se contagiaron y faltan profesionales de ese gremio, para atender a tantos enfermos por el virus.

Para muchos, los fallecidos han dejado de ser sólo números y se convirtieron en nombres y apellidos de personas conocidas, de familiares, amigos, gente querida que deja un vacío en sus vidas y tristeza en los corazones.

Cada vez más autoridades y personas, cuyos nombres resonaban en las noticias porque sobresalían por hacer algo bueno por el país, o por hacer enojar a algunos sectores de la sociedad, aparecen ahora, en las listas de pacientes que piden desesperadamente donantes de plasma hiperinmune, o entre los avisos necrológicos.

Conseguir el plasma tampoco es fácil, muchas veces se presentan donantes, pero no tienen los documentos respaldatorios o las pruebas hechas, algunos se ponen como donantes y no tuvieron la enfermedad, o ponen en las listas de donantes a personas que fallecieron con el Covid-19.

En resumen, es una situación triste y desesperante, a tal punto que ya se anuncia un nuevo encapsulamiento del municipio de Oruro, para hacer un rastrillaje de personas contagiadas y la entrega de medicamentos. Pero lo mejor que podemos hacer para evitar situaciones dolorosas, como ciudadanos, es seguir observando las medidas de bioseguridad, llevar barbijo todo el tiempo, lavarse y desinfectarse constantemente las manos y mantener más distancia por favor.