Desde tiempos inmemorables Oruro, fue centro religioso, perteneciente el altiplano central de Bolivia, lo que hoy se conoce como territorio orureño, estuvo habitado por culturas milenarias anteriores a los quechuas y aymaras que encontraron los españoles en los primeros años del siglo XV. Cuenta la historia que esta zona fue intersalar, los vestigios muestran que los primeros asentamientos humanos datan de 10.000 años antes de Cristo.
Oruro, fue desde siempre un centro religioso desde tiempos inmemoriales, dicha religiosidad ha trasuntado en procesos simbólicos luego de la conquista y el coloniaje cuya máxima representación es la Virgen del Socavón, y que se manifiesta en el Carnaval de Oruro declarado por la Unesco como la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, amén de otras tradiciones importantes que las circunscriben.
CIUDAD DE LA CULTURA
El ingeniero Henry Ramírez, accedió a esta entrevista a efecto de explicarnos cómo surge la idea de construir para Oruro una Ciudad de la Cultura, afirmando que “habiendo hecho un análisis profundo de los aspectos culturales de Oruro, como la concepción del mundo andino y el fastuoso carnaval, queremos proyectar a Oruro mas allá de los tiempos, es decir; mostrar ante la humanidad como un centro irradiador de cultura”.
Oruro es una región de un pasado precolombino muy importante, en el que se identifican a los Urus como los más antiguos pobladores, por lo mismo, inmersos en la cultura pre-tiahuanacota, a estos por ejemplo se les atribuye la domesticación de los auquénidos, la introducción de la agricultura de terraplenes en regiones de quebrada o no planas y de sistemas de regadío, tejidos y cerámicas no les fueron desconocidos.
Siendo así, por qué no aprovechar de estos elementos que simbolizan a la cultura orureña y sean representados en la Ciudad de la Cultura, “motivo suficiente para mostrar a Oruro en el ámbito mundial como el más importante escenario de las actividades culturales de los Andes, acá en Oruro se inicia la presencia del ser humano (existir) como parte del entorno, mediante la práctica del diario vivir (hacer), se desarrollan los conocimientos (saber); en la senda de generar caminos fruto de la convivencia fraterna (Irradiar Amor) facilitando de esta manera el transitar de generaciones presentes y futuras”, afirma el ingeniero Ramírez.
BASÍLICA,
FOLKLORÓDROMO
Y MUSEOS
La base fundamental para crear la Ciudad de Cultura será expresada en tres etapas de la historia: prehispánica, colonial, y moderna. “La primera será de acuerdo a elementos arquitectónicos prehispánicos de la cultura tiahuanacota, la segunda colonial de acuerdo a mitologías orureñas como el Sapo, la Víbora, el Cóndor, y las Hormigas, expuestas de manera artística y la tercera en base a elementos contemporáneos, esa fusión permitirá al proyecto erigir la Ciudad de la Cultura”, remarca nuestro entrevistado.
Con estos antecedentes el proyecto contempla construir la Basílica de la Virgen del Socavón, a través de una imponente arquitectura moderna, vitrales, cúpulas y ornamentos como base de representación de una iglesia contemporánea que albergue a la santísima Virgen, patrona de los danzarines y que en su honor peregrinan.
Según Ramírez: “A efecto de albergar a los miles de danzarines y miles de espectadores que visitaran nuestro Carnaval, se construirá un Folkloródromo, en una longitud de cinco kilómetros. La edificación de este espacio responderá a necesidades de aproximadamente 500.000 personas, con una explanada imponente, asientos cómodos, contenedores apropiados de basura, baños, etc., cuya vida útil será de por lo menos 20 años. Todo el trayecto del Carnaval, considerará particularidades específicas, incluyendo tres espacios de demostración para los conjuntos, similares a los que sucede en el actual recorrido, es decir; los que sucede entre las calles: Montesinos, y Caro, la Plaza 10 de Febrero y la Avenida Cívica.
Finalmente, siendo una Ciudad de la Cultura, se edificarán museos específicos, como el Museo del Diablo, otro costumbrista, uno Artesanal, también de Arte Contemporáneo, así como de escenarios teatrales, musicales y galerías de arte, entre otros”.
UNA PROPUESTA
MILLONARIA
La propuesta postula ampliar la influencia del Carnaval de Oruro, debido a su crecimiento imparable, la Ciudad de la Cultura será emplazada desde los arenales de la zona Norte, hasta inmediaciones de Itos, cuyo acceso principal será la carretera que bordea como primer anillo de la ciudad, con un costo aproximado de 150 millones de dólares.
Para el ingeniero Ramírez, “es necesario realzar el Carnaval de Oruro, reconocido internacionalmente, con un proyecto que tenga características y facilidades necesarias y responder a demandas de la comunidad orureña, brindar a los turistas nacionales e internacionales un atractivo que sea referente, digno de ser mencionado como capital de la Cultura Mundial”.
Evidentemente soñar no cuesta nada, pero hace necesario que autoridades tanto locales como nacionales presten atención a iniciativas como ésta, donde se muestre a Oruro como una ciudad moderna, y que además signifique generar nuevas economías para sus habitantes, generar desarrollo, con la inclusión de accesos modernos, transporte, aeropuerto, tren bala, entre otros. El ingeniero Henry Ramírez es un destacado profesional orureño con formación académica de alto grado PhD en el Japón.
(*) Licenciado en Comunicación,
Gestor Cultural,
Catedrático Universitario
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