Aceras y calzadas destrozadas: ¿Ahora a quién reclamamos?

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La descripción del panorama que se puede apreciar en la intersección de las calles Pagador y San Felipe, es un resumen de lo que ocurre en diferentes zonas de la ciudad, donde las aceras y calzadas destrozadas por empresas que realizan trabajos para la instalación de servicios básicos, se constituyen en “la cereza de la torta” para el caótico tráfico vehicular.

Pasaron algo más de dos semanas, desde el día en que presurosos obreros de alguna empresa de instalación de gas domiciliario, llegaron al lugar con herramientas en mano y procedieron a destrozar las aceras y fundamentalmente la calzada de ésta intersección de calles donde confluyen vehículos que se desplazan desde las zonas Sur y Este hacia el centro de la ciudad o aquellos que se desciende por la San Felipe para enrumbar su viaje por la Pagador o la Velasco Galvarro.

Los vecinos con los que conversó LA PATRIA no tienen la información respecto a qué empresa es la responsable de la obra, pues si bien se consolidó la conexión para el servicio de gas domiciliario, la obra está inconclusa. Mayor es la protesta de centenares de conductores de vehículos del servicio público y privado que a diario deben transitar por ésta única vía troncal, pues producto del destrozo en la calzada, quedaron dos profundos canales o baches, que redujeron a un solo carril el espacio libre para la circulación vehicular.

“Aunque sea con tierra que lo tapen, ya es el colmo. En ésta ciudad no hay autoridad que nos haga respetar, en todo lado cavan las calles y lo dejan así por días, meses y años y nadie dice nada”, protestó un chofer de minibús verde de la línea 2, que cumplía su ruta de Sur a Norte.

A la protesta del chofer se sumaron las de sus pasajeros, que cuestionaron el descuido y hasta la “mala voluntad” con la que trabajan ésas empresas dejando las obras inconclusas y más aún dañando las vías públicas.

Los conductores deben realizar pericias para pasar por el sector, aunque los más no tienen otra alternativa que sacudir su motorizado y a sus pasajeros para cruzar la vía.

Según los vecinos, este sector siempre fue de alto tráfico vehicular, pero ahora el caos es insoportable, pues en horas pico, la desesperación de los conductores hace que se produzca un concierto de estridentes bocinas, al margen de insultos entre ellos y ni que decir de la ansiedad de los pasajeros entre ellos muchos escolares, por salir del atolladero y llegar a destino en horario oportuno. También ya se reportaron choques entre vehículos, cuyos conductores intentaban copar el reducido espacio en la calzada, para cruzar la intersección, mientras otros por la premura invaden la acera.

Las trancaderas en las rutas que necesariamente derivan en éstas calles, se extienden en un mínimo de tres cuadras. En el caso de la bajada por la San Felipe, los motorizados avanzan en un lento “trencito” desde la altura del Hospital General San Juan de Dios, mientras que los que se desplazan por la Pagador hacia el Norte, quedan estancados en una fila que con facilidad se extiende hasta la calle Jaén. Peor es la situación en la Velasco Galvarro, donde no es de extrañar ver la hilera de motorizados, incluso desde la plazuela del Cementerio, además que en la calle Arce se incrementa el flujo de motorizados que llegan hasta el sector desde la zona Este.

Por otra parte, una de las vecinas cuya vivienda está ubicada en la esquina, se quejó por la humedad en su vivienda, pues afirma que es consecuencia de la concentración de agua en el sector durante la temporada de lluvias, al ser la calle San Felipe una pendiente, las aguas desembocan justo en la vivienda, cuya acera quedó al nivel de la calzada una vez que la Alcaldía Municipal ejecutó el asfaltado de calles.

En el caso del destrozo provocado en las aceras por las empresas responsables de realizar las obras civiles para la conexión de gas domiciliario, el compromiso era que una vez que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), cumpla con la instalación de la red, las empresas contratadas para realizar la excavación debían cubrir las zanjas y pavimentarlas, sin embargo, este trabajo no se cumplió.

MÁS AL SUR

Otro perjuicio para el desplazamiento de motorizados se advierte en la intersección de las avenidas Dehene y España, donde producto del constante paso de vehículos, una rejilla que cubría un canal de desagüe quedó desnivelada.

Hace también casi dos semanas la estructura afectada fue retirada por obreros municipales y por varios días la reja estaba depositada a un costado del canal, mientras, según las comerciantes y vecinos del lugar, los trabajadores se apostaban en las jardineras cercanas acullicando coca, comiendo, algunos durmiendo y los más conversando, a decir de ellos “esperando material” para continuar la obra.

Pasaron los días, los obreros desaparecieron y una segunda reja fue también retirada; luego los vecinos conocieron que dichas estructuras fueron trasladas hasta talleres municipales para su reparación. Ahora el canal está descubierto y la basura se acumula en su interior. Hasta la fecha, por versión de uno de los vecinos, se conoce que al menos dos personas cayeron en la zanja, al no existir ninguna señal de advertencia para los peatones, pues sólo se colocaron 4 turriles en la esquina de la avenida Dehene y 12 de Octubre, para evitar el paso de vehículos.

Fuente: La Patria