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Martes 14 de julio de 2020

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Editorial y opiniones

EDITORIAL

Nadie será reprobado

14 jul 2020

Es necesario que padres y maestros unan fuerzas para juntos sacar adelante a los estudiantes, para que su futuro sea promisorio y su presente sea de aprendizaje y aprovechamiento, pues la educación en estos tiempos de pandemia realmente es un lujo

El ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, aseguró que este año no se cerrará ninguna escuela, ningún docente será despedido y ningún alumno será reprobado. Fue esta última afirmación la que preocupó a los profesores, quienes, día a día, luchan con las clases virtuales, esperando que todos sus estudiantes estén presentes y cumplan con las tareas asignadas.

No se puede generalizar, pero que existen casos en que los docentes lidian con ese tipo de situaciones es cierto, y es peor cuando los padres de familia socapan a sus retoños en lugar de reflexionarles para que cumplan sus horas de clases y las tareas asignadas, porque en este tiempo de pandemia, al menos en nuestro país, la educación es un privilegio del que no todos pueden gozar.

Sin embargo, esa preocupación de los profesores viene de la idiosincrasia latina, porque se acostumbra a castigar a los malos alumnos, en lugar de motivarlos a buscar más y mejor educación. Desde pequeños, cuando no rinden, en lugar de repetir, reforzar y acompañar al alumno, se le pone notas bajas y encima se le etiqueta como flojo, tonto, inútil, que es peor, pues la palabra tiene poder y el lenguaje es generativo de realidad.

Finlandia tiene un modelo educativo ideal, lo que hacen es que cuando los niños están en los primeros años de escolaridad tienen en el aula una maestra auxiliar, quien se encargará de nivelar a los estudiantes que no hayan entendido algo, y un aula complementaria para quienes no pueden nivelarse ni siquiera con esa docente, donde se ayuda al alumno a alcanzar al resto de sus compañeros y el estar en el aula auxiliar no quiere decir que el pupilo es tonto, al contrario, se le ayuda con motivación a alcanzar al resto del grupo, nadie puede quedarse.

Si el ministro Cárdenas se refería a eso con que nadie puede reprobar, estará bien, de lo contrario, no podría pedir que los docentes se inventen las notas, no se puede aprobar a un alumno que no aprendió nada.

Otra realidad que se ve en los colegios de Bolivia, es que los maestros y los padres están en constante confrontación, unos presionan y los otros se sienten atacados, unos solapan las malas actitudes de sus hijos y los docentes quieren escarmentarlos poniéndoles notas bajas.

En este punto, es necesario que padres y maestros unan fuerzas para juntos sacar adelante a los estudiantes, para que su futuro sea promisorio y su presente sea de aprendizaje y aprovechamiento, pues la educación en estos tiempos de pandemia realmente es un lujo.

La educación comenzó a cambiar en esta gestión, del modo presencial muchos tuvieron que adaptarse y pasar al modo virtual y a distancia, también se deberá modificar algunos parámetros, es el momento en que los padres deben involucrarse más, pero no para reprender a los maestros o enfrentarlos, sino que se debe lograr una alianza estratégica para que los alumnos aprovechen al máximo los conocimientos que se les está impartiendo.

Por otra parte, el ministro del área aseguró que llegarán con brigadas móviles, a través de radio o televisión a las zonas alejadas, donde no es posible la conexión a una plataforma virtual, para que esos estudiantes no se perjudiquen y la educación siga adelante.

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