Recuperar al transporte aéreo, sobre todo en nuestro país mediterráneo es vital, ante esta paralización o inactividad obligada por los Estados y, esta decisión implica, para la sobrevivencia de las líneas áreas, la incontestable obligación de ayudarlas económicamente con líneas de crédito blandas, teniendo en consideración la pandemia sobrevenida.
Es tristísimo analizar las evaluaciones pronósticos que difunde IATA sobre las pérdidas de las líneas aéreas que sobrepasan hasta hoy los 88.000 millones de euros o, en su caso, 100.000 millones de dólares, por ello la tendencia de trasladar esta responsabilidad de recuperación no es una aspiración sin fundamento, sino una necesidad para la normalización del principal y medio más seguro de transporte que se conoce.
Esta misma institución internacional, es decir, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que una recuperación de los vuelos equiparables a los efectivos antes de la irrupción de la pandemia, no será posible hasta ingresado el próximo año, como un pronóstico optimista, sino en el año 2.022. También se vaticina con criterio razonado que el descenso de la demanda, cuando hipotéticamente se normalice el transporte aéreo será con aproximación a los 18.000 millones de dólares.
¿Por qué se debe recuperar al transporte aéreo con prevalencia? Porque es el medio más seguro y confiable de transporte, no en vano esta industria invierte miles de millones de dólares en prototipos para mantener al transporte seguro de personas y mercancías en un nivel de desarrollo excepcional.
¿Cuáles serán los problemas sobrevinientes para esta recuperación y sus soluciones? Ineludiblemente, si se quiere sobrevivir, debe estimularse la demanda y ésta debe ser apoyada por precios más reducidos que los que se conocían antes del brote del virus, no hacerlo sería una antinomia pretender recuperarse con altos índices de ocupación sin estimular el uso del transporte aéreo con el precio pues éste es un estímulo poderoso y convincente.
De lo expresado se infiere que las líneas aéreas deben sacrificar un porcentaje de sus beneficios netos, para hacer concomitante la ayuda financiera estatal con la agresividad comercial y actuar al unísono, en beneficio directo del pasajero que es el sustento para la sobrevivencia de toda línea aérea.
La quiebra de muchas compañías puede provocar el retorno de la clásica distinción de la línea de bandera, asistida sin límites por el Estado, denominación común antes de la desregulación y que eliminaba tácitamente a la sana competencia en beneficio del pasajero.
Otra de las medidas que se deberían adoptar dentro de una acción concomitante de recuperación de la industria es la reducción de los costes de los servicios a la aeronavegación, la exoneración de la tasa de aparcamiento o parqueo de aeronaves en áreas del aeropuerto.
En el aspecto laboral deben evitarse los despidos, por lo contrario, mantener al empleado reduciendo su salario pues es una fuerza laboral educada y tecnificada con alto costo de inversión para la empresa. Los empleados son muy inteligentes, aceptarán esta situación y podrán satisfacer en un mínimo sus necesidades básicas y, lo más importante, ese empleado se mantiene activo y con su autoestima alta, sin desestructurarse moralmente; aspectos que se deben mandatoriamente considerar, pues la empresa al reducir salarios también reduce sus obligaciones sociales.
El tema de las tarifas es vital y por su naturaleza debe acometerse con imaginación; me permito narrar un hecho verídico: en la dictadura de Banzer se atacó a nuestra prestigiosa universidad UMSA, bombardeándola; las clases interrumpidas indefinidamente y miles de estudiantes sin rumbo, en la compañía Iberia se me ocurrió contactar a las universidades españolas para que concedan a los estudiantes bolivianos un tratamiento preferente, los asistan y acepten sin mayores trámites.
Las universidades españolas respondieron positivamente y establecimos una tarifa preferencial muy económica para ayudar a los padres. Se logró el cometido y más de 1.500 estudiantes se trasladaron a España aceptados previamente por la universidad elegida. Hoy la mayoría son profesionales activos, educados en ese país grato que los cobijó.
Retornando al tema de la recuperación, entre otros, una derivación que se producirá será la adquisición de nuevas aeronaves, debido a que la pandemia obligará a las factorías de aviones a colocar sus aviones a precios reducidos y con ventajas adicionales, pues es una actividad que no ha interrumpido sus investigaciones y para subsistir asentirán elegir la agresividad comercial.
(*) Es abogado corporativo, posgrados en Derecho Aeronáutico (Instituto de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de la Aviación Comercial, Madrid), Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Interculturalidad y Educación Superior (UMSA), Docencia en Educación Superior (Maestría), Arbitraje y Conciliación (Especialidad), Filosofía y Ciencia Política (CIDES-UMSA, maestrn), doctor honoris causa en Humanidades (IWA.-Cambridge University, USA)
Fuente: Por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas (*)
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