Consumir lo nuestro

“Consume lo nuestro”, es una etiqueta que está en vigencia en Bolivia por muchos años, con el objetivo de fomentar el consumo de productos bolivianos, frente al contrabando y la entrada masiva de productos extranjeros, muchos de los cuales llegaron a matar la industria nacional, especialmente calzado y ropa, con el cierre de las fábricas Zamora e Hilbo en Oruro, por ejemplo.

No obstante, muchos gobernantes se olvidan de consumir lo nuestro y acuden a otros países para abastecerse de ciertos insumos, desconociendo, mostrando indiferencia o quizás desconfianza en los productos hechos en casa.

Este fue el caso de los respiradores mecánicos, que se compraron de España, con sobreprecio, inservibles, para poder atender a pacientes con coronavirus, cuando el vecino, Chile, solicitó respiradores bolivianos, de mayor calidad y más económicos.

No obstante, el cambio de ministro de Economía muestra un rayo de esperanza, ya que en su discurso de asunción del mando en esa repartición del estado, el flamante ministro aseguró que se reactivará la economía boliviana apoyándose en cinco pilares fundamentales.

Los pilares mencionados por el ministro entrante son: créditos masivos para productores y empresas; la creación de empleo; promover el incentivo fiscal a emprendedores; incentivar la compra de productos bolivianos; y el ahorro de gastos innecesarios del Estado.

Bolivia produce insumos médicos, implementos de bioseguridad, camas, colchones, productos de limpieza, respiradores y otros, destinados para la atención de pacientes Covid-19, por lo que se espera que no sólo se incentive la compra de productos bolivianos en el área de alimentos, sino que se lo haga en otros rubros, a fin de inyectar capital a la

industria boliviana.

En el pasado se habló mucho de la fuga de cerebros o la diáspora del conocimiento, es decir, profesionales, investigadores, científicos con formación académica se iban de Bolivia para poner sus talentos al servicio de otros países que sí los apreciaban y los valoraban, cuando en su propia tierra eran devaluados. Ha llegado el momento de revertir esa situación y aprovechar al máximo los talentos locales para combatir la emergencia sanitaria que se vive en la actualidad.

Los cinco pilares mencionados por el flamante ministro de Economía, en retórica suenan muy bien, pero habrá que esperar lo que ocurre en la práctica, pues es necesario que esos empleos, la inyección de capitales, el incentivo a emprendedores salga de un solo círculo de “conocidos” y se disperse por toda la geografía nacional, y realmente llegue a quienes más lo necesitan en estos momentos de contracción económica.