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Lunes 06 de julio de 2020

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Editorial y opiniones

Crónica de un desastre anunciado

06 jul 2020

Fuente: Por: Avelino Wilson Murillo Salvatierra (*)

Son las cuatro de la mañana del día 19 de septiembre de 2020, en alguna ciudad de Bolivia, JUAN N.N., despertó tosiendo y con fiebre alta, al poco tiempo la garganta y la cabeza le empezaron a doler de forma insoportable. Pese a sentirse cansado se vistió con la intención de ir a consultar con el médico, temiendo haberse contagiado con el Covid-19, recordó que existían varios números telefónicos de consulta, decidió llamar y consultar antes de salir, sin embargo y pese a que llamó insistentemente a cada uno de ellos, los teléfonos siempre sonaban ocupados. Entonces decidió ir a consultar al centro médico, cuando salió a la calle sorprendido vio que la calle estaba llena de gente y que extrañamente todos iban en la misma dirección, se asemejaba a una procesión.

Dos cuadras antes de llegar al centro de salud ya no pudo avanzar más, había un gran número de personas delante de él, entonces trató de retroceder pero tampoco pudo hacerlo porque detrás de él había una muchedumbre de personas, por lo que no le quedó otra alternativa que quedarse en el lugar, con la esperanza de seguir avanzando para llegar al centro de salud. Mientras tanto, recordó que, en los últimos cuatro meses, prácticamente no había salido de su casa y que cuando salía evitaba las aglomeraciones y no tenía contacto con nadie, que antes de entrar a su casa se sacaba los zapatos, y, que lo primero que hacía al llegar a su casa era ducharse con abundante espuma; que desinfectaba todo lo que compraba en la calle y lo volvía a hacer en su casa, y que en la única oportunidad en que no pudo evitar estar en un lugar lleno de personas, fue el 6 de septiembre, cuando fue a emitir su voto y que para salir se había puesto un barbijo, guantes y lentes, pero no pudo evitar que las personas que se encontraban a su alrededor se le acercarán más de lo que él quería, por lo que ni bien emitió su voto, se fue rápidamente a su casa.

Pasaron horas sin que pudiera llegar al centro de salud, no podía moverse a ningún lado, no podía hacer nada, solo escuchaba y veía a la gente que se encontraba a su alrededor, todos tosían, algunos se quejaban y una gran mayoría tenía los ojos rojos, por lo que para distraerse encendió su teléfono celular, ingresó a ver sus redes sociales donde sorprendido observó que, se veían imágenes de miles de personas en las calles de todo el país y se informaba que, todas estas personas se habían contagiado con Covid-19 el día de las elecciones y que, miles de personas habían salido a las calles con la intención de ir a los centros médicos, que las calles de todas las ciudades y pueblos del país estaban llenas de personas que querían asistencia médica y que lamentablemente los médicos no podían hacer nada porque no había espacio en los hospitales, clínicas y en ningún tipo de centro de salud.

Juan N.N. guardó su celular y sin importarle ya con quien se chocaba, abriéndose paso como pudiera decidió retornar a su casa, no sabía qué es lo que pasaría con él ni con las miles de personas que se encontraban a su alrededor. Mientras caminaba sollozaba y se lamentaba por haber salido el 6 de septiembre.

En el transcurso de los siguientes días, por la televisión se veían imágenes de cadáveres en las calles y se reportaba que miles de personas estaban muriendo en sus casas y que el gobierno no podía hacer nada.

Este escenario podría darse en nuestro país, por el hecho de que nuestras autoridades han determinado que, el día 6 de septiembre se realicen las elecciones generales, pero estas autoridades deben de comprender que, de acuerdo a reportes oficiales, tenemos en el país más de 31.000 personas contagiadas con Covid-19, también deberían de comprender que, es de conocimiento público que no están contempladas en los reportes oficiales, por lo que existen muchos más enfermos.

De acuerdo a algunas proyecciones, probablemente para el día 6 de septiembre, aproximadamente 100.000 personas estarán contagiadas. Todos conocemos la realidad de los colegios electorales donde emitimos nuestros votos, los mismos difícilmente evitarán que exista contacto entre los votantes y que si el día de las elecciones, llegarán a contagiarse un tres por ciento de los votantes habilitados en el país, ese día podrían contagiarse con Covid-19 un número aproximado de más de 200.000 personas, es decir nos están llevando a un desastre que afectará la salud y la vida misma de nuestros habitantes.

Estas autoridades aún están a tiempo de cumplir con su país y con sus habitantes, ya que pensando en el bien común, podrían cambiar la fecha de elecciones para una ocasión más oportuna, en la que no se arriesgue la vida de los habitantes del país.

De hacerlo seguramente serán recordados gratamente en nuestra historia, por ser quienes evitaron este desastre, esta tragedia, salvando la vida y salud de miles de compatriotas.

(*) Es abogado libre pensador

Fuente: Por: Avelino Wilson Murillo Salvatierra (*)
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