Un álgido semestre

La Organización Mundial de la Salud acaba de informar que el coronavirus está lejos de desaparecer, por lo que tendremos que sobrellevar un álgido semestre de lucha para no continuar sufriendo las actuales molestias.

En el país, ese dictamen parece haber causado malestar en los grupos disociadores porque sus propósitos de delinquirse se les está yendo de las manos en este instante en que la población enfrenta un suceso funesto.

También en lo político, conforme se puede advertir, no se toma en cuenta esa aseveración de la OMS, al activarse una premonición agorera de incentivar la intolerancia para neutralizar y reducir a menor volumen los aprestos necesarios que eviten la presencia del virus.

Conocidos “aspirantes” a la Presidencia de la República y sus correligionarios, ya tocan las puertas para persuadir al ciudadano a que salga a votar dejando en blanco el riesgo o contingencia de que la enfermedad dañe el interior de una célula viva.

Debe prevalecer, ante todo, la integridad moral de cada boliviano para discernir el bien y el mal, siendo este, el paso que le da derecho a concurrir a las urnas al saber que el sufragio es obligatorio.

Pero, lo anterior no quiere decir que el elector se supedite a exigencias desmedidas de politiqueros, conociendo que debemos esforzarnos para doblegar a dos instancias (elecciones y pandemia), lo que nos obliga a recorrer un largo camino sinuoso lleno de ondulaciones y recodos difíciles en estos seis meses que nos queda, algo que seguramente lo alcanzaremos a superar con la ayuda de Dios.

Fuente: Por: Guillermo Moscoso Bermúdez