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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 El zorrito Antonio volvió a su tierra, pero no a su casa - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
El zorrito Antonio volvió a su tierra, pero no a su casa
03 jul 2020
Fuente: LA PATRIA
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Tuvieron que pasar más de 15 días para que el zorrito Antonio y su dueño Brayan Ajhuacho se reencuentren nuevamente, luego que las autoridades medioambientales determinaron tras gestión de las autoridades locales, que retorne a su tierra, pero no así a su casa, por las leyes vigentes en el país.
Era un poco después de las 10:00 horas cuando Brayan llegó al Zoológico Andino de la ciudad de Oruro, ubicado en la zona Agua de Castilla, estaba muy emocionado y contento porque se reencontraría con su fiel amigo, aquel que lo tuvo desde octubre del 2019.
Días previos colaboró con el personal del zoo, con el objetivo de readecuar el ambiente de la parte Norte, que era ocupado por “Campeón”, una vicuña macho, que desde hace algunos días se encontró con varios auquénidos.
Desde la hora mencionada, Brayan recorrió todos los sectores del zoológico y entablaba conversación con el personal, que prácticamente se convirtieron en sus amigos desde que comenzó esta historia, aquel martes 16 de junio, cuando el zorrito, debido a una denuncia, fue capturado por Zoonosis, supuestamente con el argumento de ser un animal agresivo, cuando ni siquiera sale de su adolescencia.
Mientras esperaba la llegada de su amigo, llegaban al zoo, algunas autoridades que hacían “visita de médico”. La mañana se hacía larga, sin embargo, las constantes comunicaciones que tuvo con el viceministro de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, Alfredy Álvarez Saavedra, vía celular, aseguraban que tendría un final feliz.
LLEGADA
El reloj marcaba las 14:10 horas, cuando el vehículo del viceministerio llegó hasta el zoológico. Antonio llegó en la parte posterior de la camioneta, en el interior de un canil y estaba tapado con una frazada. Posteriormente, los trabajadores del zoo, lo llevaron hasta la clínica veterinaria en la parte Norte.
Aún en el interior del canil, el médico veterinario se encargó de evaluarlo visualmente, ya que esperaba la entrega oficial para sacarlo del canil. Mientras tanto desde la puerta, Brayan esperaba el momento que había soñado más de 15 noches seguidas, de volver a acariciar a su fiel amigo.
A simple vista, dijo que Antonio estaba flaco y su pelito lo tenía alborotado; mientras que el médico sólo se limitó a decir que había un pronóstico reservado y esperaría a una evaluación general para determinar en certeza que el animalito había sufrido más de lo imaginado. La conclusión preliminar era una depresión.
Simultáneamente, en el espacio preparado para Antonio, tras recomendación de las autoridades ambientales estaban las principales autoridades ediles, como el alcalde Saúl Aguilar y la concejal secretario, Magda Suaznabar, acompañados del ministro de Obras Públicas, Iván Arias; el viceministro Álvarez y representantes del Viceministerio de Medio Ambiente.
REENCUENTRO
Pidieron que el reencuentro oficial sea en ese lugar, las autoridades salieron de ese lugar para ser testigos detrás de la barda de aquel inolvidable momento. El reencuentro fue parco, porque Antonio estaba estresado debido al viaje y a la cantidad de personas desconocidas que había visto en ese momento. Estaba un poco asustado y tras ser sacado del canil hizo un reconocimiento del área paseando por todos los sectores, sin embargo, después del bullicio que se hizo con los aplausos, el lugar quedó prácticamente vacío, fue la oportunidad para que ambos tengan un encuentro más íntimo.
Antonio comenzó a reconocer a su dueño y prueba de ello, fue que alzaba por turnos sus patitas traseras para ser acariciado, como ocurría antes de ser capturado.
La mirada de Antonio fue mejorando hacia su dueño, ya que esa desconfianza y nerviosismo que mostró al principio se fue disipando, enfrentando algunos comentarios malintencionados que se ponían de manifiesto en las redes sociales, que indicaban que Antonio estaba triste por llegar a su encierro.
La interacción de ambos se hizo evidente, el zorrito hacía caso al llamado de su amo, él se sentó en el suelo y Antonio se acercaba para chocarle con el hocico la mano. Posteriormente, era acariciado y levantado circunstancialmente, aspecto que permitió a Brayan afirmar que estaba bajo de peso.
Pasaron los minutos y Antonio comenzó a caminar al lado de su dueño, mostrando que la naturaleza permite ese regalo a quienes aman a los animales, de verdad.
Tras un buen espacio de tiempo, el zorrito nuevamente fue colocado en el canil, para ser trasladado a la clínica y se le practiquen todos los exámenes posibles para verificar su estado, que no era como cuando salió de la casa de Brayan.
Fuente: LA PATRIA
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