Urgente conciencia ambiental en cuarentena para aminorar una nueva crisis mundial

La llegada del coronavirus al mundo y la emergencia sanitaria que se vive, nos ha llevado casi espontáneamente a un cambio en nuestros hábitos y la rutina que solíamos tener.

Expertos y científicos afirman que esta situación de crisis podría extenderse dependiendo primero del avance con la creación de la vacuna, además de su producción a gran escala y su distribución a grado mundial, de ahí viene esa afirmación que dice “hay que aprender a vivir con el virus”; sin embargo, la nueva realidad en la que estamos inmersos también trajo nuevos problemas. Tal es el caso de residuos sólidos concretos, como barbijos y guantes de látex, que en otrora no era muy común encontrarlos en las calles, pero hoy forman parte lamentable de nuestro nuevo escenario urbano.

Pero la nueva realidad es causa de otra faceta, al caminar por las calles de la ciudad ya es habitual encontrar barbijos tirados, lo mismo ocurre con los guantes de látex; sin el reparo y conciencia que estos utensilios son nocivos para el medio ambiente por el material con que están fabricados, principalmente plástico.

A la larga, lo mismo ocurrirá con los trajes de bioseguridad, que en varios casos están hechos de material sintético y otros “desechables”, cuyo destino será la basura y un inminente progreso en una nueva crisis, esta vez ambiental.

A muchos les podrá parecer común encontrar en la basura estos elementos de bioseguridad por la demanda que existe, obviamente cuando tu barbijo ya no te sirve lo tienes que botar al basurero, pero alarma más la falta de conciencia ambiental que hace que la gente bota estos elementos en un lugar público, además, botar un barbijo o guante látex no es como botar una envoltura de una golosina o cualquier otro residuo, debido a que existe la probabilidad de que el Covid-19 se encuentre en uno de estos elementos de bioseguridad, un barbijo desechado en un lugar público, además de contaminar el medio ambiente conlleva un peligro para todos los que pasen por ese lugar.

En la coyuntura actual no sabemos dónde puede estar inmerso el virus, tampoco sabemos qué personas pueden estar portándolo, debido a que hay gente asintomática, por lo tanto, la necesidad de conciencia ambiental ayudaría, además de la prevención de contagio, a mitigar el uso de materiales nocivos en un futuro próximo. Debemos ser más empáticos con la madre Tierra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de barbijo de tela que con algunas características pueden ayudar a proteger a la persona que lo usa, esto significaría, y no de menor importancia, evitar el uso excesivo de los barbijos desechables.

Otro aspecto que se observa en las últimas semanas, es el excesivo incremento de platos plásticos y de plastoformo entre la basura, esto debido a la inclusión del servicio de delivery, ya que las distintas empresas y restaurantes tienen que recurrir a estos materiales para entregar sus productos.

El servicio de delivery es un buen apoyo para reactivar este tipo de negocios, pero también se debería pensar en una nueva forma de entregar los pedidos de la población, o de repente iniciar una gran campaña de reciclaje de estos plásticos, también se debe buscar la manera de reutilizarlos, será tarea de autoridades y también empresarios, el buscar alternativas para no llenar de plástico nuestro municipio.

Como ciudadanos es trascendental e imperativo ser más comprometidos y conscientes con el medio ambiente, la cuarentena ha cambiado nuestras vidas, pero eso no es un justificativo para botar barbijos en las calles y abusar del uso de plásticos, y si debemos “aprender a vivir con el virus”, pues también aprendamos a botar el barbijo y a ser más comprometidos con nuestro medio ambiente.

(*) Es Comunicadora Social

Fuente: Por: Shirley Zambrana (*)