Dificultades con el verbo haber y estar

La RAE (Real Academia de la Lengua Española) con sus recomendaciones periódicas, insta a propender una buena escritura y para ello no se necesita estar en posesión de considerables conocimientos de gramática, sino disponer de los conceptos elementales que, paradójicamente, nos enseñaron en el colegio o la escuela pero los olvidamos e ignoramos su aplicación. Si uno es perezoso para acometer el estudio sistemático de la gramática la mejor solución para paliar esta deficiencia es leer mucho, es decir, lectura buena y seleccionada.

Esta pereza u olvido de las normas gramaticales es atribuible a la imaginación que aquella es más difícil que las matemáticas, inclusive afirman que les es más fácil resolver una ecuación matemática que aplicar correctamente una condición gramatical.

Otro ejercicio en el aula que reditúa progreso es repasar las conjugaciones de los verbos sobre todo los más difíciles que son los irregulares; los estudiantes mejoraron muchísimo su escritura en los ensayos escritos después de este metódico repaso.

Hay quienes insisten, para justificar su desconocimiento, que es más fácil resolver una ecuación matemática, que aplicar una regla gramatical. La gramática tiene sus complicaciones, ante lo cual hay que introducir atención en lo que se escribe y la mejor fórmula es leer el texto escrito dos, tres y hasta cuatro veces y se encontrarán deficiencias o no, pero de allí a compararla con las matemáticas, es un sinsentido.

Dentro de la gama de dificultades, como se cita en líneas superiores es la conjugación de verbos, pues quien no conozca la clasificación por su significado, su inflexión y el significado de los tiempos, tendrá algunas dificultades, que podrán ser superadas con un pequeño esfuerzo.

Ahora acometemos la aparente dificultad con el verbo Haber; con el cual y también cometo errores ocasionalmente cuando no leo ni releo lo que escribí, que es precisamente lo que se aconseja en esta columna.

El ejemplo más frecuente de mal uso del verbo haber, es, sin dudas, el uso como sinónimo de existencia; así se repite y se escribe: habemos profesionales que no absuelven posgrados»; En la universidad hacemos cuatro aspirantes al decanato; habemos personas que no estamos de acuerdo con la prolongación del confinamiento en esta pandemia. Los tres ejemplos trasuntan la intención de establecer existencia incorrectamente.

El rigor de la norma establece que el verbo haber sólo se emplea en la tercera persona del singular, sea cuales fueren el modo o el tiempo de que se trate; así: Habemos personas y hubieron heridos son las formas impropias más usuales, y hay quienes jamás las utilizarían; pero por descuido o desconocimiento dicen habían, habrán, hayan o han habido, igual de impropias como hubieron o hablemos, como lo muestra este ejemplo en el libro de oratoria se escriben muchas citas en latín y habrán toda clase y calaña de catedráticos que no las usan. Se debió escribir: ha habido y habrá.

En el juego han habido dos interrupciones; hubieron varias tarjetas amarillas. Se debe tener presente, que de la misma forma como se dice: hay vacantes; se debe decir había vacantes, hubo dos interrupciones. En el caso de que se desee expresar existencia, sobre todo de grupo, para evitar el habemos, debería usarse ser o estar. Una forma de evitar el uso inadecuado de habemos, es recordar que no es sinónimo de existencia.

(*) Es abogado, posgrados en Interculturalidad y Educación Superior (UMSA), Docencia en Educación Superior (Maestría), Filosofía y Ciencia Política (CIDES-UMSA, maestrn), Derecho Aeronáutico (Instituto de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de la Aviación Comercial, Madrid),Arbitraje y Conciliación (Especialidad), Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), doctor honoris causa en Humanidades (IWA-Cambridge University, USA)

Fuente: Por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas (*)