Autoridades van vienen y vuelven

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Algo que para las autoridades parecería parte de su rutinaria función, es el frecuente cambio, generado por desinteligencias, en unos casos al interior de la Asamblea Departamental o en otras instancias en los límites del Concejo Municipal, por lo mismo ya no llama la atención que alcaldes y gobernadores, vayan, vengan y vuelvan, cuantas veces les sea posible, sin tomar en cuenta el daño que ocasionan en las actividades administrativas de esos centros que rigen el desarrollo departamental y el de municipios en general.

Es suficiente cualquier pretexto para inculpar a las autoridades y de acuerdo a las condiciones de grupos que se mueven en la Asamblea o el Concejo, se establece la remoción del titular en tiempos perentorios, dando paso por el mismo sistema de “acuerdos” internos a la nominación y posesión de sustitutos

No interesan mayormente los proyectos, las tareas o los compromisos de servicio con la colectividad, predominan las posiciones partidarias o aquellas que en determinado momento sacuden la estabilidad de Asamblea o Concejo, cuando la autoridad en ejercicio no satisface demandas o instrucciones sectoriales que tienen fines de inocultable parcialidad y no siempre de servicio colectivo, que en todo caso tendrían que ser las prioritarias.

Pero el asunto es simple, acciones mínimamente contradictorias o de poca relevancia para la autoridad y que no cubren expectativas o compromisos coyunturales de asambleístas o consejeros, se convierte en instrumento de ebanistas y sirve para moverle el piso al gobernador o el alcalde que no atendieron promesas de satisfacción extra regular.

En los últimos días está en entredicho el retorno del Gobernador a su cargo luego que fuera destituido un mes atrás sin razones “justificables”, pero apoyadas por una mayoría de eventual presión interna. En cuanto al Alcalde, se maneja una “comidilla”, puede ser relevado, volvería otro que ya pasó por el cargo, pero el asunto es sólo parte de una frustrante situación de inseguridad y marcada irresponsabilidad.

Las autoridades van, vienen y vuelven, es lo que se anota tras los aprestos de Asambleístas y Concejales que toman para sí, la poco utilitaria acción de fortalecer el ejerció de los cargos, sin que los cambios frecuentes alteren el cumplimiento de “mínimas” responsabilidades, pues ese ir y venir de ejecutivos no permite trabajar correctamente, en beneficio de la colectividad.

La pandemia del coronavirus altera sustancialmente las actividades de la administración pública, dependencias obligadas a suspender sus labores, especialmente de recaudación, otras de servicio a la comunidad, y una gran mayoría de actividades generales que tienen que ver con el comercio y el transporte, están propiamente suspendidas.

Se trata de un tiempo coyuntural, en el que debe predominar la seriedad de autoridades en la administración de la cosa pública, dejando de lado esos intereses mal sanos que obligan a gobernadores y alcaldes, ir, venir y volver, sin ningún provecho para la colectividad.