Viernes 26 de junio de 2020

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Según publicaciones escritas, la Metalúrgica Vinto, nuestro orgullo orureño, está a punto de colapsar debido a la millonaria deuda contraída, desde la reversión al Estado en febrero del 2007, hasta la fecha. Con una suma de más de ochenta millones de dólares americanos.
No se puede concebir que una empresa que produce un metal semi noble, que es el estaño, llegue a esa situación deficitaria. Con la deuda citada, la Metalúrgica Vinto, está lejos de ser considerada empresa productiva, ya que la razón de ser de toda empresa, es generar “utilidades para sobrevivir”, regla que la distingue de otras organizaciones.
Una empresa industrial de procesos, sea metalúrgica o química, se desarrolla sobre tres pilares fundamentales: el mercado, proceso y costos. La Metalúrgica Vinto, por los informes periódicamente dados a conocer, tiene buena participación en el mercado mundial, debido a la buena calidad de su producto. En lo que respecta al proceso siempre ha contado con tecnología de vanguardia (refinación, fusión y reducción). Entonces el problema radica en los costos.
Sabemos que Metalúrgica Vinto financió el Bono Juancito Pinto (gasto) y posiblemente muchas otras que no dan a conocer públicamente. Este tipo de incentivos sociales no los determina el gerente, las disposiciones vienen de estratos superiores, que son el Ministerio (representante del gobierno), la Comibol y Directorio. Recordemos lo que pasó en la Empresa Minera Huanuni, con el súper incremento de personal. En esto, poco o nada tuvo que ver la gerencia.
Fuente: Por: Nazario Canaza (*)