La espera desespera y la paciencia superó toda expectativa con relación a la puesta en marcha de un "moderno laboratorio PCR", para analizar muestras y confirmar la presencia del coronavirus en personas infestadas que esperan la "voluntad política" de las autoridades nacionales para tener el equipo en Oruro y, por consiguiente, los reactivos que tampoco enviaron.
Ese ofrecimiento se convierte en un "cuento chino" para la población, que relaciona con el lugar y origen donde se generó la pandemia del coronavirus, la China, porque tanto ofrecimiento resulta ser un embuste, convirtiéndose la entrega del laboratorio en un anuncio político ingenioso que resta credibilidad en las autoridades, porque prometen mucho y no cumplen.
La puesta en marcha del primer laboratorio para Covid-19 y dos hospitales de campaña fue confirmada el 26 de marzo por la presidente del Estado Jeanine Áñez; los ministros de Salud, Aníbal Cruz y de Obras Públicas, Iván Arias, durante sus visitas a Oruro, y ratificada por el viceministro de Empleo, Servicio Civil y Cooperativas, Franz Choque, incumplimiento que derivó en airada protesta del gobernador Zenón Pizarro, que anunció incluso ingresar en una huelga de hambre "hasta que envíen el laboratorio y los reactivos para controlar la pandemia del coronavirus", medida que respaldaron las organizaciones sociales de Oruro.
Esa actitud de protesta al gobernador Pizarro le costó su cargo y la Asamblea Legislativa Departamental aprobó la designación de otra autoridad. La maratónica sesión del domingo 31 de mayo designó a Edson Oczachoque como nuevo gobernador de Oruro y le encomendó trabajar en favor de la población para hacer respetar los derechos de los orureños.
La larga espera por el tan anunciado y mentado laboratorio, así como los reactivos para otro antiguo con el que se "defienden" los médicos de Oruro frente a la pandemia del Covid-19 deja grandes enseñanzas. La primera que las autoridades del Poder Central no honran sus ofrecimientos, pese haber realizado un sin número de recomendaciones para "procesar las muestras y acelerar el proceso de control del avance de la epidemia". El centralismo es secante y no se piensa en las regiones, como el caso de Oruro que más recibe atención como un barrio de La Paz.
En definitiva, no hay laboratorio ni reactivos para ese objetivo, lo otro está claro que, según la historia clínica del coronavirus en Oruro, el primer caso
confirmado se registró el 10 de marzo, habiendo transcurrido a la fecha casi 90 días, periodo en el que los médicos asumen la gran responsabilidad de controlar la pandemia, con un pequeño laboratorio "GeneXpert", pese a no contar con reactivos. Habiendo realizado cerca de 900 pruebas, para lograr efectivo seguimiento de los más de 220 contagios identificados, más de 70 recuperados, con una proyección anunciada por el Director del Hospital General "San Juan de Dios", Israel Ramírez, que con facilidad se podrían superar los 28.000 infectados.
La lucha contra el Covid-19 está firme, pese a la falta de atención de las autoridades, la sacrificada tarea de los médicos y enfermeras que se aproximan a la decena de contagiados y ahora permanecen aislados, con medidas de máxima seguridad, habiéndose conocido otros casos de policías que también fueron aislados, siguiendo con el servicio el resto de sus camaradas que, pese a las inclemencias del tiempo, falta de dotación de equipos y alimentos de parte de las autoridades departamentales y municipales, siempre están de pie.
Así el "cuento chino" del Covid-19 está vigente y se reaviva la teoría sobre el origen de esta expresión, que según, Juan José Asensi Sabater, se remonta al s. XIX cuando algunos españoles llevaban esclavos africanos a Cuba, quienes debido a presiones internacionales dejaron de hacerlo. Entonces los españoles no se conformaron y se fueron a China, donde les prometieron casa, trabajo y comida a muchos chinos para que superen su difícil situación, habiendo aceptado viajar a Cuba, pero grande fue su sorpresa, cuando se enteraron que el contrato estaba firmado en español, y ya en la isla se dieron cuenta que los habían engañado. Por la desgracia de estos trabajadores asiáticos viene la expresión de "cuento chino", convirtiéndose en un componente necesario del lenguaje político, cuando ofrecen mucho y poco hacen.
Ojalá el laboratorio ofrecido por los funcionarios del Estado Plurinacional llegue pronto, con una importante dotación de reactivos. Si no, habrá que esperar que el alcalde Saúl Aguilar, entregue el equipo que dijo que estaba adquiriendo para entregar los primeros días del mes de junio ante la falta de atención de las autoridades nacionales y no se convierta en otro "cuento chino".
(*) Es Periodista
Fuente: Por: Jorge Lazzo Valera (*)
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