¿Elecciones en septiembre?

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Tras un intercambio de ideas entre dirigentes de partidos políticos, algunos candidatos y altos funcionarios del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se armonizó, por así señalar el criterio de varios, cuando apoyaron la sugerencia del ejecutivo del TSE, para que las elecciones generales en Bolivia, puedan ejecutarse el 6 de septiembre venidero, permitiendo que se cumpla el principal objetivo del Gobierno de Transición de realizar elecciones el presente año.

Se discutió en torno a ciertas "presiones sociales" que exigen las elecciones nacionales, incluso con ejecución en agosto próximo, como si existiera una "razón valedera" para apurar la fecha de elecciones, sin tomar en cuenta que estamos atravesando por una situación sumamente peligrosa, por la presencia de un virus que ha causado muchos afectados e incluso víctimas fatales y tal parece que no cederá posiciones, en la medida que nuestra comunidad se desborde y altere las medidas de prevención de la salud colectiva.

Quienes alteran la actual convivencia de crisis con afección de la salud, son algunos militantes del partido que dirige desde Argentina el renunciante presidente y que ahora envía "malos vientos" para promover caos y confrontación entre bolivianos utilizando el argumento eleccionario, asunto de orden interno que corresponde resolver al Tribunal Supremo Electoral, realmente un poder que está amparado por la Constitución Política del Estado (CPE) que en su artículo 208 refiere claramente que el TSE es el responsable de organizar, administrar y ejecutar los procesos electorales y proclamar sus resultados. Por lo mismo se establece que el señalamiento de fecha de comicios es función privativa del TSE, sin necesidad de "acudir" a ninguna ratificación del Legislativo, aclarándose que actualmente funcionan cuatro poderes del Estado, el Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral, que son independientes en el ejercicio de sus atribuciones, está vigente la separación de los mismos y son además iguales en jerarquía.

Algo que preocupa es que el TSE anuncia que proyectó una ley que pondrá en instancia de aprobación del Legislativo, sabiendo que ese órgano actúa bajo la presión de una mayoría parlamentaria que responde a las incitativas de generar caos, malestar y hasta enfrentamiento entre bolivianos, algo que debe evitarse, haciendo que el TSE, recupere su autoridad y defina una fecha de elecciones, que se encuadre a la realidad en que vive el mundo, con una pandemia que persistirá más allá de septiembre.

Es prudente que los dirigentes de partidos políticos, candidatos, representantes de instituciones nacionales, delegados de entidades internacionales y la Iglesia, influyan razonablemente ante el TSE, para que recupere la instancia de poder que tiene y apruebe una elección sin peligro para la salud de los bolivianos.