Irresponsabilidad ciudadana

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Sucedió lo que habíamos previsto en notas anteriores en este mismo espacio, al señalar que si no se disponían de condiciones especiales para controlar a la ciudadanía, ésta se desbordaría al permitírsele flexibilidad en una cuarentena que quiérase o no, debe mantenerse con cierta rigidez, para evitar una calamidad de contaminación con el coronavirus.

Recuérdese que Oruro, está con un registro diario que aumenta el número de afectados, inclusive con víctimas mortales que también han aumentado, mostrando un cuadro de peligrosidad que aparentemente no preocupa a un alto porcentaje de la población, desesperada de reiniciar actividades comerciales, que se cumplen en la vía pública y generaron un desborde de gente que olvidó las precauciones de distanciamiento social, uso de tapabocas y otras recomendaciones, en tanto en el transporte público también se incumplió la normativa de reducir el número de pasajeros y ofrecer ciertas condiciones de aislamiento en el interior de tales motorizados.

Lo riesgoso de esta situación - que ojalá no se presente - sería la necesidad de retornar a una estricta cuarentena, dependiendo de ciertas circunstancias el factor de admitir cierto movimiento de personas en función de cubrir las más elementales necesidades de abastecimiento familiar. Es decir de una opción para ayudar a ciertos sectores, retornar a un estado de rigurosidad total, para evitar una masiva contaminación.

Se han extremado ciertas instancias entre las autoridades de salud, que en este caso son las que directamente deberían emitir instrucciones precisas para su obediencia por parte de la ciudadanía, debe añadirse la corresponsabilidad de Gobernador, Alcalde y el personal de ambas instituciones, para aplicar un riguroso control, allí donde la ciudanía desborde las previsiones aplicadas para desarrollar comercio o transporte público. Las sanciones deben ser drásticas, pago pecuniario o arresto policial, considerando que mucha gente no tiene para comer, menos tendrá para pagar multas, hay que adecuarse a las circunstancias, sin que el hecho sea permisible al desacato de normas en vigencia.

Se avanzará en otra jornada y se espera que por efecto de natural convivencia, vendedores y compradores, de manera espontánea cumplan mínimamente las previsiones de "distanciamiento social", usen tapabocas y eviten ser parte de multitudes. Se trata del cuidado colectivo, de la vida de personas, que en su caso pueden ser parte de su familia.

Las autoridades locales deben priorizar en estos días el control de la ciudadanía, de modo que por "insinuación" de vigilantes y en algunos casos con aplicación de "la autoridad", se obligue al respeto de normativas. Anticipándose que los infractores, comerciantes o choferes de transporte público serán suspendidos de su actividad, mientras que si se trata de compradores o pasajeros indisciplinados estos sufrirán multa y/o arresto corporal.