La cuestión es no quedarse

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No quedarse rezagado o inactivo, la cuestión es responder al reto de un cambio de línea en los sistemas productivos casi "tradicionales", especialmente en las micro y pequeñas empresas las Mypes, en las que ahora se fabricarán, temporalmente productos de bioseguridad para atender un mercado especial que exige barbijos y trajes especiales de aislamiento como el caso de médicos, pero también en modelos especiales que buscan los paramédicos, enfermeras y hasta personas particulares que por ciertas razones deben transitar por centros hospitalarios.

La necesidad como tal, obliga a buscar alternativas de sobrevivencia, como en este caso de las micro y pequeñas empresas que por un tiempo determinado cambiarán su rubro y responderán a una demanda que la población con carácter preventivo la convierte en "necesidad de seguridad". En tales circunstancias, es ponderable la decisión de sectores empresariales que buscan acomodar su trabajo a la demanda colectiva, que en el tema presente no se sabe por cuánto tiempo se extenderá.

El asunto no es simple, todo cambio implica gastos y plantea riesgos que son parte del reto de enfrentar las limitaciones con perspectivas de posesionar en un mercado excepcional una suerte de productos que están siendo requeridos en diversos mercados nacionales, un hecho que a la vez, es parte de una competencia generada en el mismo sector y que obliga a plantear innovaciones, calidad de material y cantidad industrial, que en la globalidad del hecho exige inversiones, por lo que deben acudir al sistema financiero para completar el emprendimiento renovador.

Se entiende que como en la circunstancia que referimos, hay varias empresas que se sumarán al cambio y éstas necesariamente renovarán incluso equipos y materiales, por lo que en tiempo de pandemia, no pueden excluir la necesidad de acercarse al sistema financiero, con la esperanza de poder satisfacer exigencias de las Mypes, que deben adaptarse al medio o perecer.

El tema de subsistencia no es posible en muchos rubros de actividad pues las condiciones no siempre son propicias para presentar alternativas realizables como sucede con algunas Mypes, pero el hecho es que muchos empresarios no quieren quedar rezagados y ante ese desafío están empeñados en localizar situaciones emergentes que podrían salvar ciertos rubros de consumo familiar y servicios de atención a domicilio.

La cuestión es no quedarse, pero es importante que emprendimientos de emergencia laboral tengan apropiado apoyo, especialmente allí donde inevitablemente, el dinero cuenta como elemento insustituible y para obtenerlo ni duda cabe, debe ser el sistema financiero que apunte a facilitar nuevas inversiones en favorables condiciones.