El control de ingreso a los mercados, principalmente del centro de la ciudad de Oruro como el Campero y Bolívar, ya no tuvieron el control respectivo de las autoridades ni municipales y menos policiales, como ocurría por lo menos hasta el martes de esta semana.
Ayer se notó la ausencia de los uniformados en las puertas de control de acceso a los centros de abasto que fueron habilitadas para las personas, en función al número de la terminación de la cédula de identidad, con el objetivo que realicen su abastecimiento.
Aquel aspecto fue notorio, ya que la gran parte de las puertas estuvieron abiertas de par en par, ya que incluso hasta motorizados accedieron hasta el mismo mercado Campero.
MERCADOS
Ya no interesó que las personas tengan la terminación 7 y 8 como correspondía ayer para que puedan circular por las calles de la ciudad y principalmente por los mercados. Asimismo, los mismos ingresos al mercado Campero que solía hacerse por la calle Bolívar y por la calle Adolfo Mier, ayer estuvieron sin ningún tipo de control.
Se observó caminando a algunos guardias municipales como también policías, pero su actitud era simplemente como de espectadores, ya sin ningún objetivo como se lo estuvo haciendo desde un principio.
El mercado Campero, como los alrededores estuvo repleto de gente, que pese a estar en cuarentena rígida y tener una pandemia al frente, no les interesó y efectuaron sus actividades comerciales como si todo hubiese vuelto a la normalidad en la ciudad.
Pero no fueron los únicos lugares que se notó esa situación, sino también las calles Ayacucho, principalmente desde la Velasco Galvarro hasta la Tejerina. Aspecto que se repitió del miércoles reciente, cuando todo parecía un "hormiguero" de personas, debido a la compra de algún regalo por el Día de la Madre.
La avenida 6 de Agosto de la misma forma se convirtió en una especie de "mercado persa" desde las calles Ayacucho hacia el monumento del Jach´a Flores, donde se encontró todo tipo de productos, no sólo de los imprescindibles de la canasta familiar, sino también de otros artículos e incluso bicicletas. También carecía de control.
Lo que llamó la atención es observar a algunas personas que no tenían puesto el barbijo, similar situación ocurrió con niños menores de dos años que iban en las espaldas de sus mamás.
Fuente: LA PATRIA
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