En Oruro baja la temperatura y se eleva la incertidumbre

Ante la inminente llegada de fin de mes y presumiendo que las autoridades, algunas, no todas, apliquen medidas no aconsejables en la situación actual en que pareciera que nuestro distrito es el de menos afectación con los negativos efectos del coronavirus, resultaría un desafió a la realidad y una afrenta a la seguridad ciudadana que merece cuidados prioritarios.

Hay varias versiones de lo que puede ocurrir a partir del primer día de junio, con una "estampida" de la gente que está desesperada de ganar las calles para reiniciar negocios, otra que buscará soluciones a problemas familiares y una gran mayoría, simplemente deseosa de satisfacer necesidades que han sido reprimidas durante dos meses y que merecen atención especial para regularizar la actividad laboral de miembros de la familia, que buscarán remedios a las pérdidas generadas por el virus chino.

Qué pasará con el transporte de pasajeros, es la otra gran duda de la población que durante el periodo de la cuarentena y bajo un rol numérico signado por la cédula de identidad, no podían cumplir obligaciones imperiosas para mantener la buena marcha de hogares, pues a la posibilidad de salir se presentaba la falta de transporte, por lo tanto la dificultad de hacer gestiones era ostensible, lo que podría mejorar si se organiza el retorno paulatino del transporte público, sin que ese servicio se convierta en multiplicador de contagios.

Los días que han sido dispuestos para la provisión de alimentos, posiblemente persistan, pero se hará necesario un mayor control de autoridades para evitar la desmedida especulación en los centros de abasto, donde los comerciantes y gremiales aprovechan la pandemia para sacar ventajas de la situación.

Hay una serie de detalles conexos al posible cambio de control sanitario de orden general, pero que pueden convertirse en una grave alteración del control del Covid-19, si no se mantienen ciertas restricciones en el relacionamiento entre personas, evitando aglomeraciones en centros de abasto o forzando situaciones de alto riesgo, en caso del transporte público, además de facilitar la circulación del virus, sin querer queriendo, si se descuidan las normas de aseo, uso de barbijos, guantes, distancia entre personas y un estricto cuidado al desinfectar ropa y enseres personales.

Estamos en una época muy compleja, con una pandemia que debe mantenerse aislada, pero con un riesgo muy serio de invertir la situación si se producen desbordes sociales, con medidas inapropiadas desde el mes de junio. La temporada de frío es otra amenaza que también hay que combatirla y la mejor instancia es abrigo y cuidado hogareño. Se espera prudencia y coordinación apropiada de autoridades.