Covid-19 es un peligro latente

El avance de la pandemia no ha disminuido en nuestro distrito, aunque ese movimiento de casos sea moderado frente a otros departamentos, lo que no significa que se baje la guardia y se piense en disponer medidas casi abiertas para normalizar actividades en el comercio y en el transporte, como se viene anunciando para su aplicación la semana siguiente.

Los más recientes reportes oficiales, señalan que los casos en Oruro siguen en aumento y ya suman más de 150 de acuerdo al detalle del Servicio Departamental de Salud (Sedes) que anotó el fin de semana cinco nuevos casos, tres de estos en la localidad minera de Huanuni y dos en la ciudad, entendiéndose que no aumentó la cifra de decesos, lo que es muy alentador, como también saber que hay casos recuperados. Oficialmente son 151 casos confirmados en el departamento de Oruro, 95 en la ciudad, 42 en Huanuni, 11 en Eucaliptos y 3 en Sevaruyo, lo que suma 56 en el área rural.

Sin embargo para otros expertos la situación es menos positiva, pues se trata de un periodo breve en un reciente reporte, pero que no elimina el peligro de contaminación, como en el caso de Huanuni, donde subieron los casos y precisamente donde las condiciones hospitalarias y sanitarias no son las más adecuadas. Ciertas medidas restrictivas no se estarían cumpliendo con la disciplina que se espera de la población en la villa minera.

En la ciudad, con cierta autoridad en función del control de circulación de personas de acuerdo a días establecidos por numeración del carnet, además de evitarse el tráfico indebido de motorizados no autorizados, se logra cierto cumplimiento de la cuarentena, aunque es bueno decirlo ya existe cierta resistencia, especialmente en un sector considerado mayoritario en el caso de Oruro, que corresponde al comercio informal que vive de su actividad diaria la que está suspendida más de 60 días, tiempo que pone al sector ante la alternativa de salvar el derecho a vivir dignamente.

Esa instancia supone que los afectados plantean soluciones extremas, como "romper la cuarentena y salir a trabajar" o esperar que de inmediato el Gobierno disponga una subvención para salvar miles de familias en estado de "quiebra social". El punto de exigencia lógica, es crítico y amerita una solución apropiada que evite las consecuencias que pudieran darse, si se desata una reacción social con centenares de comerciantes en las calles y naturalmente también de compradores. La situación es realmente dramática, pues en el otro extremo, el virus chino no hace excepciones y su ataque puede tener fatales consecuencias.

Son pocos días hasta fin de mes, tiempo en que las autoridades deben extremar esfuerzos para encontrar una solución que evite cualquier tragedia.