La educación regular en el limbo

Desde el pasado 12 de marzo, las actividades escolares fueron suspendidas en los subsistemas de educación regular; inicial, primaria y secundaria, mencionada determinación para afrontar la propagación de la pandemia del Covid - 19, fue asumida por el gobierno transitorio, luego de una reunión del gabinete ministerial y el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS - OMS).

Prácticamente, ya pasaron más de dos meses, llenos de incertidumbre para directores, maestros, estudiantes y, padres de familia, sobre el destino de la planificación curricular anual - trimestral, asimismo, las evaluaciones del primer, segundo y tercer trimestre.

Recién desde el 4 de mayo, el Ministerio de Educación, puso en marcha la capacitación masiva para maestros de todo el país, sobre el uso de algunas plataformas virtuales y medios tecnológicos en la educación, bajo la modalidad virtual, divida en niveles; inicial, intermedio y, avanzado, sin lugar a dudas, se logró fortalecer las capacidades en el manejo de herramientas tecnológicas, que posibiliten afrontar de manera responsable las clases a distancia y virtuales.

Hasta la fecha, el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, no brinda una respuesta favorable a la exigencia de emitir, de una vez por todas, el Reglamento de las clases a distancia y virtuales, es inconcebible, que el Ministerio de Educación, con más de un centenar de funcionarios, demuestren semejante ineficacia e ineficiencia, en la elaboración del documento jurídico que regirá las nuevas modalidades en la concreción curricular.

Por si fuera poco, las Federaciones y Confederaciones de Maestros Urbanos - Rurales, mediante resoluciones, rechazaron de manera firme y rotunda la pretensión política gubernamental de imponer las clases a distancia y virtuales, propuesto por el Ministerio de Educación, argumentando, que se constituye en un atentado a la economía de los más necesitados y, los derechos fundamentales de los estudiantes de toda Bolivia, además, por promover una educación elitista y clasista. Por consiguiente, los constantes ataques verbales entre el ministro de Educación, con dirigentes nacionales del magisterio urbano y rural, aumentan la actual tensión en la educación regular.

Bajo esta premisa, algunas juntas escolares de padres de familia, rechazan de igual manera las clases a distancia y, virtuales, argumentando la carencia de computadoras, celulares y, principalmente del acceso a internet. Las restantes representaciones, exigen la distribución inmediata de las computadoras KUAA (saber en guaraní) de la marca Quipus, además, sugieren que las empresas de telefonía móvil brinden un servicio gratuito para la teleeducación.

Por lo tanto, la educación regular se encuentra en el limbo, porque los actores educativos tienen diferentes exigencias, se encuentran enfrentados política e ideológicamente, solicitan exigencias que requieren un proceso a mediano y, largo plazo, pero, principalmente se carece de un Reglamento emanado por el Ministerio de Educación, que norme las clases a distancia y virtuales. Lo lamentable, es que mencionados actos de inoperancia, ineficacia e ineficiencia, tendrán repercusión negativa e inevitable para los estudiantes, que continúan esperando certidumbre en el reinicio de las actividades educativas.

(*) Es Magister en Políticas de Formación Docente

Fuente: Por: MSc. Lic. Luis Alberto Callapino López (*)