Madre?¡¡¡Única!!!

Constituye inmensa alegría cuando un nuevo ser llega y forma parte de la familia más aún si se trata de una mujercita a la que habrá que cuidarla, quererla, respetarla y brindarle todas las atenciones porque se convertirá en la más apreciada del hogar que con el trascurso del tiempo se convertirá en niña, adolescente, mujer y madre una de las creaciones más sublimes de Dios, que es todo en la vida.

Por falta de orientación, precaución y prevención muchas adolescentes prematuramente se hacen madres y en muchas ocasiones por diversas circunstancias de la vida se convierten en madres solteras, con ello empieza el sacrificio, la responsabilidad de educar y formar a sus hijos como personas de bien, útiles a la sociedad.

Entonces, desde el momento que una mujer se convierte en madre cumple diversas funciones como: maestra para el resto de su vida. Directora de un centro pre-escolar, porque antes de que el niño vaya a la escuela, es ella quien le enseña a descubrir el mundo. Nutricionista, siempre tratando que los hijos se sirvan alimentos saludables. Cocinera, porque prepara lo que a cada uno le gusta, terminan haciendo un buffet para todos, Centinela porque les cuida a cada instante y se encarga de llevar y traer de todas partes: la escuela, al fútbol, ballet, al parque, etc. Consejera y psicóloga, ella está siempre ahí cuando necesitan de consejos, de apoyo emocional, de una guía para un correcto desenvolvimiento.

Enfermera, ella está pendiente las 24 horas del día, 7 días a la semana, quien deja de dormir para velar el sueño de su paciente se desvela cuidando y controlando fiebres, dolores, preparando y brindándoles medicinas para su pronta recuperación. Nana porque está atenta a la actividad diaria, necesidades, cumplimiento de los deberes. Amiga y compañera porque en ausencia de amigos ella cumple ese papel para que sonrían y no se sientan solos.

Si se suman todas estas labores, una madre es todo, en realidad el valor de una madre no se puede medir. No hay nada que una madre no haría por un hijo, pero sobre todo el amor con el que se hacen todas esas labores no tiene precio. Desafortunadamente a veces no se reconoce la labor de madre, eso es un trabajo, y se debe reconocerlo aunque reciba un sueldo por ello.

En muchas tareas que realiza una madre dentro un matrimonio se nota la ausencia del hombre por esa razón más tiempo se dedica a los hijos. Sin embargo, sensiblemente en la vida existe gran cantidad de madres solteras, (abandonadas, separadas, divorciadas, viudas, violadas, etc.) que viven su maternidad con orgullo y dignidad las que se enfrentaron a su realidad, a sus padres, a la sociedad y a la cultura de muerte de nuestro tiempo, para afrontar a la vida y la responsabilidad que significa sacar adelante a sus hijos, por esta razón son muchos los hogares en los que la mujer se ve obligada a mantener sola a su familia que conllevan sentimientos de ansiedad, soledad, sufrimiento, frustración, lágrimas, y, sobre todo, una lucha constante para lograr sus metas en la vida.

Frente a las dificultades del destino, en algún momento se sienten abandonadas a su propia suerte, impotentes e incapaces de superar el dolor y la depresión. No obstante, con valentía esfuerzo dedicación y trabajo salen solas adelante demostrando que ellas pueden y por el amor a sus hijos, emprenden el camino duro de la vida. Por esta razón es importante brindarles todo el cariño y consideración.

La situación por la que pasan la mayoría de las madres solteras es una complicada realidad social, con serias implicaciones para ellas, sus hijos y para el futuro de la sociedad. Las madres solas necesitan ayuda y orientación, porque no es fácil para ellas realizarse como personas sin sentir las grandes presiones que implica el educar a sus hijos. Pero, aunque resulte difícil, ellas mantienen un equilibrio entre la responsabilidad hacia los hijos, los quehaceres del hogar, las demandas del trabajo o profesión, y la necesidad de cultivar amistades, y para lograrlo se requiere mucha dedicación y un compromiso personal de aprender a superar las crisis que se convierten en oportunidades de crecimiento.

El valor y valentía demostrada por las mujeres convertidas en madres es de mucha valía dada la responsabilidad, tenacidad y fortaleza de sacar a sus hijos adelante trabajando incansablemente constituyéndose en jefe de familia que a veces pasa por muchas dificultades.

Para algunas de ellas resulta fácil obtener una fuente de trabajo porque tienen suerte, valoran su capacidad, forman parte de partidos políticos en función de gobierno o gozan de singular preferencia, no ocurre lo mismo con muchas que no tienen esa oportunidad, por tanto la vida cotidiana resulta dificultosa y compleja -más aún si no es profesional-, en razón de que tiene que aprender otros oficios asignados a varones como choferes, construcción, minería, etc., que requieren fortaleza y vigor para realizar pesadas y forzadas tareas con el propósito de brindar alimentos, vestimenta y educación a sus retoños.

La discriminación nunca ha estado ausente en la vida de las madres en razón de que el machismo criollo siempre estuvo y está presente como actor y protagonista de la exclusión de las actividades y tareas reservadas para los varones, razón para recordar que en 1979 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, con lo que se incorporó a las mujeres a la esfera de los derechos humanos, instrumento donde se abordó en forma tangencial el problema de la violencia contra las mujeres que con el paso del tiempo se la denominó como feminicidio, delitos que en las gestiones 2013 al 2019 cobraron la vida de 677 mujeres, el 90% madres de familia en tanto que en la presente gestión se cometieron 41 feminicidios aumentando la violencia en la época de cuarentena por el Covid 19 con 223 casos debido a la intolerancia vivida en el núcleo familiar siendo las mujeres las más afectadas.

Más allá de las causas de violencia, riesgos y tentativas de feminicidio importa concebir hasta dónde van sus consecuencias en razón de que esta afecta no solo una larga lista de derechos de las mujeres, sino que la historia de violencia que lo antecede truncan proyectos de vida y causa efectos económicos, en la salud física y mental de las mujeres, y genera efectos negativos en su entorno.

Entre los actos de violencia se encuentra el acoso sexual, actitudes de bajos escrúpulos que suceden generalmente a instancias del poder político justamente, cuando una persona accede a un cargo de importancia que le permite tomar ciertas decisiones y disponer de otras.

Por todo ello y muchas razones faltan palabras para valorar a una madre por su sacrificio y entrega a sus hijos, porque ser madre es mucho más que una simple palabra o etiqueta, ser madre es ser una mujer?única.

Fuente: Por: Ing. Ramiro Siles Velasco