Loading...
Invitado


Viernes 22 de mayo de 2020

Portada Principal
Revista Dominical

Bolivia: la versión de escritores extranjeros, de Homero Carvalho Oliva

22 may 2020

Fuente: Por: Alberto Hernández (*)

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Los que somos del norte de América del Sur vemos hacia Bolivia porque los que somos de Venezuela también somos bolivianos desde el nombre que lleva el país y por el nombre de quien un día la fundó. Somos bolivianos gracias al tributado Simón Bolívar. Y somos bolivianos desde la memoria que hemos perdido para recuperarla todos los días cuando nos suena Bolivia en nuestro cuerpo y la queremos saber en el espíritu por no conocer sus patios, sus ciudades, sus lenguas, sus maravillas geográficas. Somos Bolivia desde la lejanía que nos hace cercanos.

Bolivia es una palabra que contiene a un hombre. Es el poema territorial, nacional y universal de Simón el caraqueño, el boliviano nacido en Caracas. O el mismo que jugó en su lar de San Mateo. El que recorrió el mundo en un caballo y dejó su nombre regado por tantos otros nombres que hoy son países.

Los que somos de por estos lares norteños de América del Sur poco sabemos de Bolivia. Y eso nos perturba, porque un país que lleve el nombre poético de un paisano debe ser un orgullo, añadido al orgullo que los bolivianos sienten por su cultura, su manera de ser, sus querencias y sus perturbaciones. Pero sobre todo, orgullo de saberse hijos de una sangre que canta, baila, habla el idioma y los idiomas, la lengua que baja del frío y se hace vibración en el alma de todos los que se sienten bolivianos, sabedores de una tierra sembrada en el centro de un continente, rodeada de voces, sentidos, razones y sinrazones.

Bolivia es tierra sin mar. Tuvo mar. Veía hacia el Pacífico. Hoy, ese mar tendrá que regresar desde la voz de quienes no quieren que tenga más. Compartir las olas. Compartir la brisa. Compartir la costa. Compartir los peces. Compartir sus navegaciones.

Por todas las tantas cosas que podremos imaginarnos, Bolivia es un país escrito en muchas lenguas. Celebrado en muchos idiomas. Revelado en su realidad. Inventado en la ficción. Hecho poesía. Convertida la pasión de su nombre y su gente en un maravilloso compendio de alusiones que la celebran y la siguen celebrando.

Homero Carvalho Oliva, reconocido escritor boliviano, se dio a la tarea de buscar, bucear, navegar hasta concebir este libro: Bolivia, la versión de escritores extranjeros (Editorial Torre de Papel), donde Bolivia es el centro de atención de veintitrés autores que la escriben y la visitan desde la poesía, la narrativa y el ensayo. Nueve poetas, seis cuentistas y ocho ensayistas se pasean por Bolivia y la verbalizan para que los que no la conocemos sepamos de su persistencia, de su cultura, de su belleza humana, geográfica y espiritual.

El largo prólogo del compilador da cuenta de muchos datos que confirman todo lo expresado anteriormente: Bolivia es el centro de un milagro. Y uso la palabra milagro porque ella, Bolivia, se fortalece en la medida que los conflictos intentan asediarla. Es un país isla rodeado de otros por todas partes. Tiene un cielo nevado y cielo amazónico. Tiene un cielo abierto a todos los vuelos para cantarla.

Y entre esos celebrantes están Miguel Ángel Asturias, Gamaliel Churata, Rubén Darío, Allen Ginsberg, Nicolás Guillén, Pablo Neruda, William Ospina, Manuel Scorza, Gigia Talarico, todos ellos en poesía. También, Márcia Bautista-Ramos, Mario Benedetti, Juan Bosch, Jorge Guzmán, Augusto Monterroso, Luis Sepúlveda, la relatan. Y así ensayan José María Arguedas, Pablo Cingolani, Antonio Cruz, Eduardo Galeano, Vicente Huidobro, Keith Richards, Miguel Sánchez-Ostiz y Mario Vargas Llosa.

Una verdadera fiesta para celebrar el país que es el corazón de América del Sur. País ombligo. País de cuerpo que irradia la fuerza de quienes tocan los instrumentos de su heredad.

Ojalá llegue a muchos este libro del amigo Homero Carvalho Oliva. Ojalá sea leído por millones. Y ojalá también se vayan incorporando escritores de otros países. Ojalá venezolanos. Ojalá los descendientes de Bolívar, quien la llamó "hija predilecta", y de Sucre, su primer presidente, sepan también homenajear el terruño que sigue ofreciendo su belleza para ser escrita.

(*) Es Poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Reside en Maracay, Aragua. En 2020 fue designado miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua por el estado Aragua. Tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado, entre otros títulos, los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonía (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Nortes (1991), Intentos y el exilio (1996), Bestias de superficie (1998), Poética del desatino (2001), En boca ajena: antología poética 1980-2001 (2001), Tierra de la que soy (2002), El poema de la ciudad (2003), El cielo cotidiano: poesía en tránsito (2008), Puertas de Galina (2010), Los ejercicios de la ofensa (2010), Stravaganza (2012), Ropaje (2012) y 70 poemas burgueses (2014). Además, ha publicado los libros de ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981) y Notas a la liebre (1999); los libros de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994), Cortoletraje (1999), Virginidades y otros desafíos (2000) y Relatos fascistas (2012), la novela La única hora (2016) y los libros de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999) y Cambio de sombras (2001). Dirigió el suplemento cultural Contenido, del diario El Periodiquito (Maracay), donde también ejerció como director, secretario de redacción y redactor de la fuente política. Publica regularmente en Crear en Salamanca (España), en Cervantes@MileHighCity (Denver, Estados Unidos) y en diferentes blogs de Venezuela y otros países. Sus ensayos y escritos literarios han sido publicados en los diarios El Nacional, El Universal, Últimas Noticias y El Carabobeño, entre otros. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano, al portugués y al árabe. Con la novela El nervio poético ganó el XVII Premio Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana (2018).

Fuente: Por: Alberto Hernández (*)
Para tus amigos: