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Viernes 22 de mayo de 2020

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Perspectiva Minera

Desafío productivo inmediato: disminuir extractivismo actual

22 may 2020

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En el último tiempo, poco antes de que la pandemia del coronavirus sacudiera nuestra rutinaria actividad pública, los sectores políticos, unos más que otros, empeñados en mostrar sus programas de acción, plantearon algunos esquemas interesantes, especialmente en el rubro productivo, considerando el uso que actualmente se dispone de nuestras materias primas no renovables, los hidrocarburos, con el gas como elemento esencial y los minerales, como el complemento ineludible del tiempo presente.

El hecho es que antes, por hacer referencia a la década y cuatro meses que el país fue gobernado con sentido extractivista, los resultados de beneficio nacional simplemente fueron parte del complemento discursivo y demostrativo de una realidad mentirosa que en los hechos, dejó a los bolivianos con una millonaria deuda externa, con menos reservas internacionales, con suntuarias edificaciones, sin uso práctico, con "canchitas alfombradas" y por el recuento que se hace del factor práctico "operacional", como lo indicó un ex ministro de economía, lo evidente salta a la vista, pues no se mejoraron los servicios productivos, se sigue buscando gas y los mineros continúan arañando las vetas de la minería tradicional, mientras no se registró ni un solo emprendimiento de renovación minera.

Hay que hablar de los recursos no renovables, porque unos años atrás en la mitad de la gestión que se acabó con la huida de mandatarios, esos dirigentes gozaron de importantes ingresos por la exportación de nuestros recursos a buenos precios, pero sin ningún plan de orden progresivo y de previsión productiva en el que se hubiera invertido para el futuro. No sucedió tal cosa y los buenos ingresos sirvieron para dilapidarlos en programas político partidistas que al ser gastados sin ton ni son, crearon serias obligaciones, como la deuda nacional interna y externa y el gasto indebido de buena parte de nuestras Reservas Internacionales Netas (RIN), que de su punto más alto en la gestión del 2014, con 15.123 MM de dólares, descendieron a sólo 7.656 MM de dólares en septiembre del pasado año.

Esa es la realidad de la economía de nuestro país, complicada en el presente con la pandemia mundial del coronavirus, que obliga a utilizar recursos públicos para apoyar a sectores necesitados y complicados con las medidas restrictivas de la cuarentena ampliada y sin fecha próxima para suspenderla, en tanto no se den condiciones favorables para el cuidado de la salud ciudadana.

En esas condiciones, precisamente los sectores más importantes de la producción nacional, por una parte la agroindustria y por otra, los sistemas de extracción de nuestros recursos, como el gas y los minerales, son parte componente del sostenimiento de nuestra economía, empero limitados en la amplitud de sus posibilidades, por el cuidado obligado que debe existir entre los trabajadores, agroganaderos, petroleros, mineros y metalurgistas, mientras siga siendo un peligro la presencia de la pandemia.

Ciertos analistas y algunos políticos que están "ajustando" sus ofertas electorales, coinciden al señalar que "es urgente implementar programas de alto rendimiento productivo", especialmente en los rubros extractivistas de nuestros recursos no renovables, para fomentar su utilización pero asegurando un "salto a su industrialización", un rubro futuro que deberá garantizar el desarrollo sostenible del país.

Para muchos el caso es complejo pero debe convertirse en política de Estado, tomando responsabilidad de que no es posible mantener indefinidamente la extracción de nuestra riqueza natural, por lo mismo, la que todavía existe debe ser bien utilizada para crear las condiciones apropiadas de futura y larga sostenibilidad a través de la implementación de industrias derivadas, un efecto natural que debe asegurar además la creación de nuevas fuentes de empleo.

Hay una lógica polémica entre los profesionales del sector minero metalúrgico y es que no coinciden con algunas propuestas políticas, en el caso concreto de dar el salto anunciado, lo que se requiere primero, es asegurar la racional explotación o por decirlo mejor una planificada extracción de nuestros recursos, para transformarlos paulatinamente en nuevas fuentes generadoras de productos industrializados, como parte inicial de la transformación de nuestro sistema exportable de metálicos con valor agregado y que también sean parte de la provisión de materia prima "transformable" en la industria sustitutiva de la explotación de recursos naturales.

Se trata de un proceso especialmente diseñado, apropiadamente planificado, y tecnológicamente aplicado, de modo que nada limite valores y funciones en el uso de la riqueza disponible en el medio, las materias primas naturales y luego las elaboradas en nuestra propia industria. Se trata de un proceso que debió iniciarse en el tiempo de buenos precios, pero nada se hizo en ese periodo. En la actualidad hay marcadas limitaciones en el proceso financiero complicado como en otros países por la lucha prioritaria contra el virus chino, un tiempo que todavía nos tendrá preocupados y restringidos.

Sin embargo lo importante es que no se pierda tiempo, los profesionales y los políticos que coincidan en la responsabilidad de asegurar el futuro productivo del país, pueden ya elaborar los planes que podrían ser desarrollados inmediatamente que pase la pandemia y retorne la seguridad y confianza en nuestras propias opciones de transformación industrial, cuidando especialmente en efectuar buenas inversiones y cambiar el desolador cuadro del mal uso de nuestras RIN, muy disminuidas y único respaldo económico.

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